La terapia de conversión daña la salud del corazón
Un estudio reciente advierte que la terapia de conversión podría tener efectos negativos duraderos en la salud cardiovascular de los jóvenes.
Los investigadores hallaron que los adultos jóvenes asignados como hombres al nacer que fueron sometidos a esta práctica tenían casi el triple de probabilidad de ser diagnosticados con hipertensión, en comparación con quienes no la vivieron. La terapia de conversión es una práctica desacreditada que busca modificar la orientación sexual o identidad de género de una persona. Los resultados fueron publicados el 6 de mayo en JAMA Network Open.
Además del mayor riesgo de hipertensión, estos jóvenes presentaban niveles más altos de inflamación y presión arterial, factores que pueden dañar la salud del corazón a largo plazo, según el estudio.
“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que documenta la presencia de presión arterial elevada e inflamación sistémica, dos elementos clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, en personas de minorías sexuales y de género expuestas a la terapia de conversión”, señaló el autor principal Brian Mustanski, director del Instituto de Salud y Bienestar de las Minorías Sexuales y de Género de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
El análisis incluyó datos de salud de más de 700 adultos jóvenes asignados al sexo masculino al nacer, de los cuales el 23 % se identificaba como transgénero o de género diverso. Aproximadamente el 10 % de los participantes reportó haber sido sometido a terapia de conversión, la cual busca reprimir la atracción por personas del mismo sexo o modificar identidades sexuales no normativas.
Los investigadores destacaron que esta práctica se basa en creencias desacreditadas que consideran inmorales o anormales a las identidades y comportamientos de las personas LGBTQ+, y que ha sido ampliamente condenada por organizaciones médicas, psicológicas y de derechos humanos por sus efectos nocivos en la salud mental.
Entre los daños psicológicos asociados se encuentran un mayor riesgo de depresión, ansiedad y pensamientos suicidas.
En este estudio, se evaluaron indicadores de salud cardiovascular como la presión arterial y marcadores de inflamación en sangre, además de recopilar información sobre diagnósticos previos de hipertensión.
Los resultados mostraron que quienes habían atravesado esta práctica tenían casi 2.9 veces más posibilidades de haber sido diagnosticados con presión alta, a pesar de tener una edad promedio de solo 27 años. También se observó que, durante la evaluación médica, presentaban valores elevados de presión arterial y más signos de inflamación.
Los autores concluyeron que estos hallazgos respaldan la necesidad de prohibir y hacer cumplir las prohibiciones existentes contra la terapia de conversión, para evitar sus consecuencias negativas en la salud.
“Aunque cada vez se reconoce más el daño que causa esta práctica, las leyes que la prohíben aún no son uniformes en Estados Unidos”, advirtieron los investigadores. “Es fundamental que los legisladores consideren esta evidencia al desarrollar políticas que protejan a las personas de minorías sexuales y de género”.
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