El hábito que haces al despertar y que podría estar dañando tu cerebro

Despertar cada mañana y revisar el celular se ha convertido en un hábito casi universal, tan común como cepillarse los dientes o prepararse un café.

Sin embargo, neurocientíficos de la Universidad de Harvard han advertido sobre las posibles consecuencias de este comportamiento, sugiriendo que mirar el teléfono al empezar el día podría estar afectando nuestra salud cerebral de maneras insospechadas.

El fenómeno denominado "doomscrolling" describe el impulso de seguir deslizando la pantalla consumiendo contenido sin parar. Aunque pueda parecer inofensivo pasar unos minutos revisando redes sociales o respondiendo mensajes, este comportamiento puede transformarse rápidamente en una actividad prolongada, lo que genera efectos negativos tanto para el cerebro como para el cuerpo.

La neurocientífica Emily McDonald explica que al navegar por noticias o redes sociales, el contenido desafiante e impredecible activa un flujo constante de dopamina, lo que provoca un ciclo similar al que experimentan las personas en los casinos. Este mecanismo de gratificación inmediata puede resultar en un círculo vicioso de constante estimulación.

Además, McDonald subraya que el cerebro está especialmente vulnerable en las primeras horas del día, ya que recién despertamos y nos encontramos en un "estado más sugestivo", lo que hace que los impactos negativos del contenido consumido sean aún más perjudiciales.

La doctora Aditi Nerurkar, profesora en la Facultad de Medicina de Harvard, señala que los efectos del doomscrolling no se limitan a la simple adicción. Este hábito puede provocar síntomas como náuseas, dolores de cabeza, tensión muscular, dolor en cuello y hombros, falta de apetito, dificultades para dormir y aumento de la presión arterial. Además, la combinación de estos efectos con el sedentarismo prolongado tiene un impacto profundo en nuestra salud mental y física.

Para romper este ciclo, los expertos proponen varias estrategias:

1. Mantén el teléfono fuera de la cama: Evitar la tentación de revisar el celular al despertar puede reducir el estrés matutino. En su lugar, dedica los primeros minutos a estiramientos, observar por la ventana o disfrutar del momento presente.
2. Guarda el teléfono durante el trabajo: Colócalo en un lugar alejado para evitar distracciones y mejorar tu concentración.
3. No uses el teléfono en la mesa: Durante las comidas, mantén el celular fuera de tu alcance para poder concentrarte en la comida y en las personas a tu alrededor.
4. Activa la escala de grises: Reducir la atracción visual de la pantalla ayuda a disminuir el tiempo de uso.
5. Desactiva las notificaciones: Silenciar alertas te permite tener control sobre cuándo y cómo interactuar con el dispositivo.
6. Consulta a un profesional si es necesario: Si el hábito se vuelve difícil de manejar, un especialista puede ser clave para superarlo.

Implementar estos cambios no solo contribuirá a mejorar la salud cerebral, sino que también permitirá comenzar el día de manera más consciente y saludable, ayudando a recuperar el control sobre nuestra atención y bienestar.