Una innovadora técnica quirúrgica podría ayudar a casi el doble de hombres a mantener la función eréctil tras una cirugía de cáncer de próstata, según un estudio reciente.
El nuevo procedimiento, denominado NeuroSAFE, preserva los nervios situados en las capas externas de la próstata, que se cree son los responsables de las erecciones. Además, incluye una prueba adicional durante la operación para garantizar que todo el cáncer sea extirpado, lo que asegura que preservar los nervios no comprometa el éxito de la cirugía, según los investigadores.
"Nuestros resultados muestran que, al utilizar NeuroSAFE, casi el doble de hombres pueden evitar la pérdida de la función eréctil tras la cirugía de próstata", explicó Greg Shaw, urólogo consultor del Hospital del Colegio Universitario de Londres. "Es un procedimiento complejo que requiere experiencia, pero no es costoso, especialmente considerando los beneficios para los pacientes, y lo más importante, no pone en riesgo el control del cáncer", añadió.
La impotencia y la incontinencia son efectos secundarios bien conocidos de la cirugía de cáncer de próstata. Aunque la tecnología de cirugía robótica ha permitido a los cirujanos ser más precisos en la preservación de los nervios, puede ser difícil asegurarse de que no queden células cancerosas al conservar esos nervios, lo que lleva a los cirujanos a ser cautelosos y a veces optar por no preservar los nervios, especialmente en casos de tumores avanzados.
Por ello, se desarrolló NeuroSAFE, que permite a los médicos verificar durante la cirugía si es necesario extraer más tejido, incluidos los nervios prostáticos. El procedimiento consiste en extraer la glándula prostática mientras se conserva la mayor cantidad posible de tejido nervioso circundante. Luego, la próstata se congela rápidamente y un patólogo examina las muestras en tiempo real durante la operación.
Si el cáncer está cerca de los nervios, los cirujanos pueden optar por extirpar los nervios para asegurar la eliminación completa del cáncer. Si no, pueden finalizar la operación conservando los nervios intactos.
El estudio clínico de NeuroSAFE se realizó en cinco hospitales del Reino Unido con la participación de 344 hombres diagnosticados con cáncer de próstata. La mitad de los pacientes recibió la técnica NeuroSAFE, mientras que la otra mitad tuvo una cirugía estándar.
Un año después de la cirugía, el 39% de los hombres tratados con NeuroSAFE no experimentaron disfunción eréctil o solo tuvieron disfunción leve, en comparación con un 23% en el grupo de cirugía estándar. Además, solo el 38% de los pacientes tratados con NeuroSAFE presentaron disfunción eréctil grave, frente al 56% en el grupo estándar.
Aunque la nueva técnica no afectó el riesgo de incontinencia, los pacientes tratados con NeuroSAFE recuperaron el control urinario más rápidamente que los de la cirugía estándar.
NeuroSAFE no es adecuado para todos los pacientes, ya que algunos pueden someterse a una cirugía para preservar los nervios utilizando métodos robóticos convencionales. Sin embargo, para los pacientes más jóvenes o aquellos que normalmente no serían candidatos para cirugía conservadora de nervios, esta técnica ofrece más posibilidades de mantener su calidad de vida.
Los investigadores señalaron que se necesitan más estudios para evaluar los resultados a largo plazo en términos de control del cáncer en los pacientes tratados con NeuroSAFE.