Un análisis de sangre podría ayudar a las personas con síndrome del intestino irritable (SII) a identificar los alimentos específicos que agravan su condición, según un estudio reciente.
Aproximadamente el 60% de los pacientes con SII que siguieron una dieta basada en los resultados de la prueba de sangre experimentaron menos dolor abdominal, mientras que solo un 42% de los pacientes que no se realizaron la prueba notaron una mejora en los síntomas, informaron los investigadores en la revista Gastroenterology.
La prueba, conocida como SII de inFoods, evalúa cómo 18 alimentos específicos pueden empeorar los síntomas del SII en cada paciente. Esta incluye alimentos como trigo, avena, huevo, leche de vaca y piña, entre otros.
El análisis mide los niveles de inmunoglobulina G (IgG), un anticuerpo que se produce cuando el intestino reacciona a ciertos alimentos. Los niveles más altos de este anticuerpo indican que una persona podría beneficiarse de eliminar ese alimento de su dieta.
El estudio involucró a casi 240 pacientes con SII. A cada uno se le extrajo una muestra de sangre para identificar los alimentos que más probablemente empeorarían sus síntomas. Luego, los pacientes fueron asignados aleatoriamente para seguir una dieta personalizada basada en los resultados de su prueba o una dieta "falsa", en la que eliminaban alimentos similares a los identificados como problemáticos.
Los resultados mostraron que los pacientes que siguieron la dieta basada en los resultados de la prueba de sangre experimentaron una mayor reducción del dolor abdominal. Los beneficios fueron especialmente notables en los pacientes con SII con estreñimiento o una combinación de estreñimiento y diarrea.
Las dietas de eliminación pueden ser una opción para tratar el SII sin recurrir a antiinflamatorios, pero a menudo son difíciles de seguir debido a las restricciones alimentarias. Esta prueba puede ayudar a los pacientes a enfocarse solo en los alimentos específicos que desencadenan sus síntomas, basándose en sus pruebas individuales.
A pesar de los resultados prometedores, la prueba de sangre aún no ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.