Semaglutida, ozempic y wegovy, podría revertir una enfermedad hepática común

Un estudio internacional ha revelado que la semaglutida, el ingrediente activo de medicamentos populares como Ozempic y Wegovy, no solo puede frenar, sino incluso revertir el daño hepático causado por una enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas a nivel mundial.

La investigación, publicada en la destacada revista The New England Journal of Medicine, fue liderada por expertos de la Universidad Virginia Commonwealth de EE. UU. y del King's College de Londres.

Los resultados sugieren que este medicamento podría convertirse en la primera opción efectiva para tratar el MASH (esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica), una enfermedad hepática vinculada a la obesidad, la diabetes tipo 2 y otros trastornos metabólicos.

El MASH ocurre cuando se acumula grasa en el hígado, causando inflamación y cicatrización. Con el tiempo, puede evolucionar hacia cirrosis o incluso cáncer hepático. Hasta ahora, no había tratamientos aprobados específicamente para combatir esta condición.

En este ensayo clínico participaron 800 personas de 37 países, la mayoría con obesidad o diabetes tipo 2. Durante 72 semanas, los participantes recibieron una inyección semanal de semaglutida o un placebo, además de recibir orientación sobre estilo de vida.

Los resultados fueron sumamente prometedores. Aproximadamente el 63% de quienes recibieron semaglutida lograron reducir la inflamación hepática sin que la cicatrización empeorara. Un 37% mostró incluso mejoría en las cicatrices hepáticas, además de perder peso, mejorar sus niveles de enzimas hepáticas y mostrar beneficios para su salud cardiovascular.

Los efectos secundarios fueron mayormente leves, como náuseas o molestias digestivas, y más del 90% de los participantes continuaron el tratamiento hasta el final del estudio.

Los investigadores, Arun Sanyal y Philip Newsome, resaltan que este descubrimiento abre una nueva opción para tratar una enfermedad hepática en expansión, para la cual aún existen pocas alternativas terapéuticas. Aunque la semaglutida aún no ha sido aprobada para este fin, la farmacéutica Novo Nordisk ha anunciado su intención de solicitar la autorización para utilizarla también en el tratamiento del MASH.

El estudio continuará con una segunda fase, en la que se seguirán a más de 1,000 pacientes durante cinco años para evaluar si los beneficios del tratamiento persisten a largo plazo.

Estos resultados confirman lo que los científicos ya sospechaban: al tratar no solo el hígado, sino también los factores metabólicos que lo afectan, es posible alterar el curso de enfermedades previamente consideradas irreversibles. Así, un medicamento originalmente destinado a tratar la diabetes y la obesidad podría convertirse en un tratamiento útil para una enfermedad hepática, cambiando la vida de millones de personas.