Sarampión se extiende por 9 estados de USA: la mayoría en no vacunados

El sarampión, una de las enfermedades más contagiosas a nivel mundial, ha resurgido con fuerza en Estados Unidos, afectando a nueve estados y provocando la primera muerte en décadas en el país.

Las autoridades sanitarias han confirmado cerca de 200 casos, la mayoría de ellos en personas no vacunadas o con estatus de vacunación desconocido, lo que ha generado gran preocupación a nivel nacional.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los estados afectados incluyen Alaska, California, Georgia, Kentucky, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Rhode Island y Texas.

Texas está enfrentando el brote más grave, con 156 casos concentrados principalmente en el condado de Gaines y sus alrededores, una zona con bajas tasas de vacunación. En este estado, las hospitalizaciones han llegado a 22, y las autoridades advierten que la crisis podría extenderse por meses.

El brote comenzó en enero y se ha propagado a nueve condados cercanos, revelando la vulnerabilidad de las comunidades con baja inmunización. Según los datos del año escolar 2023-2024, un alarmante 18% de los niños en edad preescolar en Texas no han recibido la vacuna contra el sarampión.

Este resurgimiento coincide con el creciente movimiento anti-vacunas en el estado, donde se están considerando más de 20 proyectos de ley para flexibilizar las normativas de vacunación.

El sarampión se transmite por contacto directo o a través de gotas respiratorias y sus síntomas iniciales incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos llorosos, seguidos de un característico sarpullido rojo que empieza en la cara y se extiende al resto del cuerpo. El grupo más afectado es el de menores de 29 años, quienes representan la mayor parte de los casos.

Jennifer Shuford, directora del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas, mencionó que la respuesta ante el brote incluye el despliegue de expertos federales y un llamado urgente para reforzar las campañas de vacunación. Sin embargo, el contexto político actual, que ha avivado las posturas contra las vacunas, hace que la tarea sea aún más desafiante.