¿Quieres evitar tener un adolescente problemático? Involucra a tus hijos en deportes juveniles

¿Preocupado de que tu hijo se convierta en un adolescente complicado, que choque constantemente con padres, maestros u otras figuras de autoridad?

Un nuevo estudio sugiere que involucrarlo en actividades deportivas podría ayudar.

Los niños que participaron en deportes organizados entre los 6 y los 10 años mostraron menos probabilidades de desarrollar señales de trastorno oposicionista desafiante durante la preadolescencia, según reportaron investigadores el 8 de diciembre en la revista European Child & Adolescent Psychiatry.

“El grupo que se mantuvo de forma constante en deportes organizados presentó significativamente menos síntomas posteriores de oposición desafiante en ambas edades en comparación con aquellos con participación baja o irregular”, explicó Matteo Privitera, autor principal y doctorando en la Universidad de Pavía, Italia.

“El deporte brinda un entorno natural y poderoso para aprender autorregulación, cooperación y respeto por las reglas”, añadió en un comunicado.

Para esta investigación, se siguió a cerca de 1,500 niños y niñas que estuvieron en deportes organizados de los 6 a los 10 años, y luego respondieron cuestionarios a los 10 y 12 años para evaluar síntomas del trastorno oposicionista desafiante.

“Los síntomas incluyen irritabilidad persistente, desafío y actitudes hostiles hacia figuras de autoridad”, señaló Privitera. “Este trastorno es más común en niños y suele coexistir con otras condiciones del neurodesarrollo, como el TDAH o dificultades de aprendizaje”.

Privitera destacó que “estos comportamientos pueden afectar el aprendizaje, las relaciones y la salud mental a largo plazo”. Por ello, el estudio buscó analizar los síntomas e identificar estrategias accesibles y basadas en la comunidad que favorezcan conductas más adaptativas.

Los resultados mostraron que quienes permanecieron involucrados en deportes organizados tenían menos probabilidades de mostrar conductas desafiantes a los 10 y 12 años, comparados con los que participaban menos.

Entre las niñas no se observó una relación similar, lo cual no sorprende, dado que los varones suelen presentar más conductas desafiantes en la preadolescencia.

“Estos hallazgos respaldan la idea de que las actividades extracurriculares estructuradas pueden fortalecer la resiliencia conductual”, comentó Kianoush Harandian, doctorando en la Universidad de Montreal. “El deporte brinda un entorno supervisado y socialmente enriquecedor que ayuda a los niños a interiorizar normas de conducta adaptativa”.

La investigadora principal, Linda Pagani, profesora en la Universidad de Montreal, subrayó los beneficios duraderos:

“Promover la participación continua en deportes durante la infancia media puede disminuir la prevalencia de trastornos de conducta disruptiva y mejorar el bienestar a largo plazo”, afirmó. “Es una estrategia sencilla y práctica con beneficios para familias, escuelas y comunidades.”

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