Puede que la abuela guarde un secreto travieso, según una encuesta

Según un nuevo estudio, es posible que mamá o la abuela tengan guardado un pequeño “secreto travieso” en algún cajón de la cómoda o la mesita de noche.

La investigación, publicada recientemente en la revista Menopause, encontró que muchas mujeres de 60 años en adelante poseen un juguete sexual que utilizan para el autoplacer, aunque sea de manera ocasional.

Casi la mitad de ellas lo emplea casi siempre cuando se masturba, según los datos recopilados.

“En lugar de reforzar estereotipos edadistas que sugieren que los adultos mayores no tienen interés en los juguetes sexuales o en alcanzar el orgasmo, este estudio muestra que muchos de ellos sí los utilizan y que su uso favorece el orgasmo”, concluyó el grupo de investigadores dirigido por Jessica Hille, subdirectora de educación del Kinsey Institute de la Universidad de Indiana.

El equipo añadió que, en este aspecto, podría haber más similitudes que diferencias entre personas jóvenes y mayores.

Para el estudio, se encuestó a más de 3.000 mujeres estadounidenses de 60 años o más, preguntándoles específicamente sobre el uso de juguetes sexuales.

Más del 56% dijo que usa algún juguete durante la masturbación al menos de forma esporádica, y el 46% afirmó que lo emplea casi siempre o siempre.

El motivo es claro: alrededor del 84% de las mujeres que usan juguetes de manera frecuente afirmaron alcanzar el orgasmo casi siempre durante la masturbación, en comparación con el 74% de quienes no los utilizan.

Sin embargo, los resultados muestran que las mujeres mayores suelen ser menos propensas a incorporar juguetes sexuales durante el sexo con una pareja.

Cerca del 39% indicó que los usa en pareja al menos ocasionalmente, pero solo un 5% aseguró que los integra casi siempre o siempre en encuentros sexuales con otra persona.

Los vibradores externos resultaron ser los más populares: el 64% de las mujeres afirmó utilizarlos durante la masturbación y el 62% durante el sexo en pareja.

Los consoladores o juguetes penetrativos fueron los siguientes más habituales, usados por el 44% en la masturbación y por el 48% en relaciones sexuales.

Según los investigadores, los médicos de atención primaria y los geriatras podrían brindar apoyo útil si están dispuestos a hablar abiertamente y con una actitud positiva sobre el uso de juguetes sexuales.

“Aunque su aceptación parece estar creciendo, todavía podría existir cierto estigma respecto a comprarlos y usarlos —quizás aún más entre mujeres—, y los profesionales de la salud pueden cumplir una función importante dando ‘permiso’ para hablar del tema”, escribieron los autores. “La educación médica debería incluir información sobre masturbación, juguetes sexuales y orgasmo en adultos mayores para facilitar conversaciones más cómodas con los pacientes.”

La Dra. Monica Christmas, directora médica asociada de The Menopause Society, coincidió con esta postura.

“Los beneficios físicos y mentales de mantener una vida sexual activa están bien documentados”, señaló Christmas en un comunicado. “Al abrir el diálogo sobre sexualidad durante las consultas rutinarias, los profesionales pueden reducir el estigma y brindar orientación valiosa para alcanzar el orgasmo.”

“Muchas mujeres creen que algo está mal porque no logran el orgasmo con una pareja, cuando en realidad la mayoría no llega al orgasmo solo con penetración”, añadió. “Conocer este punto tan simple podría tener un impacto importante en la elevada prevalencia de disfunción sexual femenina.”

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