Paciente con cáncer evitó efectos secundarios con un nuevo avance en la radioterapia

Tiffiney Beard fue diagnosticada en abril de 2024 con un carcinoma adenoide quístico, un tipo raro de cáncer de las glándulas salivales que tiende a invadir los nervios del cuerpo, lo cual puede provocar efectos secundarios como fatiga, dolor de mandíbula, dificultad para tragar, pérdida del gusto y problemas cognitivos. En su caso, el cáncer había alcanzado los nervios que conectan con el cerebro, lo que complicaba aún más la situación.
Sin embargo, tras someterse a 33 sesiones de una innovadora técnica de radioterapia llamada terapia de arco de protones, Beard no experimentó ninguno de los efectos secundarios habituales. Este tipo de radiación permite atacar el tumor de forma precisa y continua, minimizando el daño a los tejidos sanos circundantes.
Beard, de 46 años y residente de Redford, Michigan, afirmó que pudo mantener su rutina diaria sin faltar al trabajo durante el tratamiento, que duró tres meses con sesiones de 30 minutos, cinco veces por semana. Sorprendentemente, no presentó toxicidad ni en el cerebro ni en otras partes del cuerpo, salvo una leve decoloración en la piel del rostro.
El caso fue documentado en un estudio publicado en el International Journal of Particle Therapy y representa el primer uso registrado de la terapia de arco de protones para cánceres de cabeza y cuello en EE.UU. El oncólogo radioterápico Dr. Rohan Deraniyagala, quien trató a Beard en el Hospital Universitario William Beaumont de Corewell Health, destacó que este tipo de tumor es difícil de tratar debido a su afinidad por los nervios.
El éxito del tratamiento genera optimismo respecto a la eficacia y seguridad de la terapia de protones, que continúa desarrollándose como una opción cada vez más precisa y menos invasiva. El caso de Beard demuestra su potencial para mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes durante y después del tratamiento.
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