Según una investigación reciente, la depresión no solo afecta la salud mental, sino que también acelera el desarrollo de enfermedades físicas a largo plazo a medida que las personas envejecen.
Un equipo de la Universidad de Edimburgo, liderado por Kelly Fleetwood, descubrió que las personas con antecedentes de depresión tienen un 30% más de probabilidades de desarrollar afecciones físicas graves, como enfermedades cardíacas y diabetes, que aquellas sin historial de depresión.
El estudio, publicado en PLOS Medicine el 13 de febrero, analizó datos de más de 172,500 británicos mayores de 39 años, siguiendo su salud durante un promedio de siete años. Los investigadores rastrearon el inicio de 69 enfermedades físicas seleccionadas. Los resultados mostraron que las personas sin antecedentes de depresión desarrollaron un promedio de 0.16 enfermedades al año, mientras que aquellas con antecedentes de depresión vieron ese número aumentar a 2.0 enfermedades al año.
Algunas de las afecciones más comunes entre las personas con depresión fueron la artrosis (15.7% frente a 12.5% en aquellos sin depresión), la hipertensión (12.9% frente a 12.0%) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (13.8% frente a 9.6%).
Los investigadores subrayan que la depresión debe ser tratada de manera integral, reconociéndola como una enfermedad que afecta a todo el cuerpo. A pesar de esto, los sistemas de salud tienden a abordar solo las enfermedades individuales, por lo que abogan por un enfoque más holístico que considere tanto la salud mental como las afecciones físicas en el tratamiento de los pacientes.