¿Es peligroso contener un estornudo? Lo que dice la ciencia sobre esta práctica habitual

En situaciones sociales o laborales, muchas personas optan por reprimir un estornudo para no incomodar a los demás o interrumpir el momento. Sin embargo, aunque esta práctica parezca inofensiva, puede tener consecuencias negativas para la salud.

Según un informe de Healthline, basado en estudios clínicos, suprimir un estornudo incrementa considerablemente la presión dentro del sistema respiratorio, lo que podría dañar estructuras internas del cuerpo.

Por su parte, Women’s Health resalta que estornudar es un reflejo natural y vital para proteger las vías respiratorias. Entender su función defensiva y los riesgos de inhibirlo voluntariamente es clave para cuidar nuestra salud física.

Un reflejo protector esencial

Estornudar no es solo una respuesta involuntaria; es una herramienta fisiológica que ayuda a mantener limpias las vías respiratorias. Según Women’s Health, este mecanismo consiste en una expulsión brusca de aire que elimina elementos como polvo, polen, humo, virus o bacterias del interior de la nariz.

El proceso se activa cuando las terminaciones nerviosas de la nariz detectan una irritación, lo que desencadena una señal al cerebro. Esto produce una inhalación profunda, el cierre de los ojos, contracción muscular y una exhalación rápida que puede alcanzar velocidades de hasta 150 km/h.

Riesgos de reprimir el estornudo

El reporte de Healthline señala que evitar este proceso natural redirige la presión hacia el interior del cuerpo, lo que puede provocar:

• Daño en el tímpano por presión excesiva en el oído medio.

• Infecciones en el oído, al hacer retroceder la mucosidad infectada.

• Hemorragias menores en ojos, nariz o oídos por rotura de pequeños vasos sanguíneos.

• Lesiones pulmonares o del diafragma por acumulación de aire retenido.

• Ruptura de garganta, como lo evidencia un caso clínico documentado.

• Riesgo de ruptura de aneurismas cerebrales, en personas con predisposición previa.

• Fracturas de costillas, especialmente en adultos mayores.

Aunque algunos creen que contener un estornudo puede causar un infarto, Healthline aclara que esto es un mito. Puede ocurrir una breve alteración en el ritmo cardíaco, pero no implica un riesgo de paro. Las muertes relacionadas con esta acción son extremadamente raras y suelen deberse a afecciones médicas preexistentes.

Lo más recomendable: estornudar con precaución

Los expertos coinciden en que lo más saludable es dejar que el cuerpo estornude. Para prevenir contagios, se debe cubrir con un pañuelo desechable o con el pliegue del codo, y lavarse las manos después. En caso de no tener agua y jabón, se sugiere usar alcohol en gel.

Alternativas para evitar el estornudo sin reprimirlo

Existen formas seguras de prevenir un estornudo antes de que ocurra, sin bloquearlo forzadamente. Algunas técnicas recomendadas por Healthline incluyen:

• Controlar las alergias adecuadamente.

• Evitar agentes irritantes en el ambiente.

• No mirar luces intensas directamente.

• Tocar el paladar con la lengua.

• Sonarse la nariz.

• Usar aerosoles nasales.

Estas estrategias ayudan a reducir la necesidad de estornudar sin poner en riesgo la salud.

En conclusión, aunque puede parecer un acto de cortesía evitar estornudar en público, interferir con este mecanismo natural puede ocasionar daños innecesarios. La recomendación médica es clara: no contengas el estornudo. Permite que el cuerpo realice su función, y hacelo de forma segura.

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