El estrés y la incertidumbre son elementos comunes en la vida cotidiana, por lo que es importante conocer terapias complementarias que ayuden a manejar estas reacciones humanas cuando se intensifican. Entre las opciones más efectivas y populares se encuentran el mindfulness, la aromaterapia, el yoga y la acupuntura. Estas prácticas no solo ayudan a calmar la mente, sino que también permiten enfrentar los desafíos del día a día con mayor calma.
Eloísa González, jefa de carrera de Técnico en Terapias Complementarias del Instituto Profesional Iplacex, destaca la importancia de encontrar métodos saludables para gestionar la ansiedad, especialmente en momentos de cambio o presión, como al adaptarse a nuevas rutinas o enfrentar retos académicos. Según González, "la medicina complementaria ofrece soluciones prácticas y accesibles para reducir el estrés y promover el equilibrio emocional".
Cuatro aliados contra la ansiedad:
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Mindfulness: Esta práctica de atención plena permite centrarse en el presente a través de ejercicios de respiración y meditación. Diversos estudios han mostrado que el mindfulness reduce los niveles de cortisol, mejora el sueño y favorece habilidades cognitivas como la memoria y concentración. Su accesibilidad y facilidad lo convierten en una herramienta útil para todos.
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Aromaterapia: Utilizando aceites esenciales como lavanda, manzanilla y bergamota, la aromaterapia induce la relajación y mejora el sueño. A través de difusores, masajes o baños, contribuye a crear ambientes de calma, ayudando al bienestar emocional.
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Yoga y respiración profunda: El yoga, que combina posturas físicas, control de la respiración y meditación, regula el sistema nervioso, mejora la flexibilidad y fortalece el cuerpo. La respiración diafragmática, en particular, reduce las respuestas de alerta del cuerpo, ofreciendo una sensación de calma prolongada.
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Acupuntura y digitopuntura: Estas técnicas de la medicina tradicional china equilibran la energía del cuerpo y alivian síntomas físicos del estrés como la tensión muscular y el insomnio. La acupuntura utiliza agujas en puntos específicos, mientras que la digitopuntura se basa en la presión, siendo una alternativa menos invasiva pero igualmente efectiva.
González explica que estas prácticas actúan directamente sobre el sistema nervioso simpático, responsable del estado de alerta, promoviendo una sensación de serenidad y control emocional.
Para maximizar los beneficios de estas terapias, se recomienda complementar con un estilo de vida saludable: realizar actividades al aire libre, establecer rutinas claras, evitar el exceso de cafeína y mantener una alimentación equilibrada. Además, es crucial buscar apoyo profesional cuando la ansiedad persiste, para evitar complicaciones en la salud mental y física.