El yogurth griego es un alimento que se ha popularizado en los últimos años. Su técnica de producción consiste en colar para retirar el suero de la leche, por lo que es más espeso y cremoso. Además, conserva un sabor amargo.
El producto lácteo tiene origen en Asia, también se usa en platillos de Grecia, Turquía y del Medio Oriente. El proceso de colación se sustituyó en la industria por el de filtrado industrial.
Algunos de sus beneficios son que tiene bajo contenido calórico, pocas azúcares y buen porcentaje de proteínas, lo que lo hace ideal para quienes buscan bajar de peso o tener hábitos saludables.
En la revista del Consumidor de diciembre, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) analizó las marcas de yogurth griego que hay en el mercado y descubrió que no son tan saludables como se piensa.
¿Qué encontró la Profeco sobre el yogurth griego?
Lo primero que comenta la Profeco es que no hay una Norma Oficial Mexicana que defina cómo elaborar el alimento, tampoco existe una denominación de origen, por lo que los ingredientes y sus cantidades pueden variar de una marca a otra.
Por ello, Profeco recomienda examinar a fondo las etiquetas del yogurth griego, para elegir la mejor opción conforme a tus necesidades.
El análisis de Profeco trabajó con 25 productos: uno natural con azúcar añadido, 3 naturales sin azúcar añadido, un natural bajo o sin grasa con azúcar añadido y 8 naturales bajos o sin grasa sin azúcar añadido.
También se analizaron 4 con fresa o frutos rojos bajos o sin grasa con azúcares añadidos, dos con fresa o frutos rojos con azúcares añadidos, tres con fresa bajos o sin grasa sin azúcares añadidos, dos saborizados sin azúcar añadido y uno saborizado con azúcar añadido.
Profeco verificó que se cumpliera con lo que se detalla en la etiqueta de cada producto: proteínas, grasas, carbohidratos y contenido energético.
Se encontraron dos marcas con menos contenido que las que declaran en la etiqueta: Yoplait griego sin azúcar añadido, que dice tener 145 gramos, pero en realidad son 135 gramos.
Lo mismo sucedió con Yoplait Skyr Griego, que declara tener 120 gramos, pero en realidad son 111. También se encontró que la marca Onei porque declara más proteína y menos azúcares de los que contiene.
En la etiqueta afirma que tiene 10.1 por ciento de proteína y en realidad es 3.9 por ciento. En cuanto a azúcares, dice tener 1.4 por ciento, pero es 7.2 por ciento.
El yogurth griego ‘más sincero’ fue el Yoplait Skyr Griego, ya que cumple con los porcentajes que menciona en la etiqueta: más proteína, menos azúcares y bajo en grasa.
Las marcas de yogurth griego que contienen almidón como espesante son Danone griego, Lala griego zero, Oikos y Griego bebible.
Además, Profeco destacó marcas que contienen edulcorantes y que, por lo tanto, no deben ser consumidos por menores de edad. Estas son: Chobani cero azúcar (usa estevia y fruta del monje), Lala Griego Zero (con sucralosa y acesulfame) y Vitalínea Griego (estevia).
