Millones de personas en todo el mundo padecen hipertensión arterial, y en algunos casos, esta condición está vinculada a un trastorno hormonal conocido como aldosteronismo primario (AP).
Hasta ahora, la cirugía era la única opción efectiva para tratarlo, pero un grupo de investigadores del Reino Unido ha desarrollado una alternativa menos invasiva que podría revolucionar el tratamiento de esta enfermedad.
Se trata de la terapia térmica dirigida, también llamada Triple T, un procedimiento basado en el uso de radiofrecuencia guiada por ultrasonido para eliminar el tejido responsable de la hipertensión. Los primeros estudios, publicados en The Lancet, han generado gran expectativa en la comunidad médica.
Relación entre hipertensión y aldosteronismo primario
La hipertensión arterial ocurre cuando la presión sanguínea supera los valores normales (140/90 mmHg o más, según la OMS). Si no se controla, puede provocar enfermedades cardiovasculares graves. Factores como la edad, la genética, el sedentarismo y el consumo excesivo de sal o alcohol pueden aumentar el riesgo de padecerla.
En aproximadamente el 5 % de los pacientes hipertensos, la causa es el aldosteronismo primario, un trastorno en el que la glándula suprarrenal produce en exceso la hormona aldosterona, lo que incrementa la retención de sodio y eleva la presión arterial. Hasta ahora, el tratamiento incluía medicamentos y cambios en el estilo de vida, y en casos severos, se recomendaba la extirpación quirúrgica de la glándula afectada. Sin embargo, el método Triple T podría convertirse en una alternativa menos agresiva.
¿Cómo funciona la terapia Triple T?
Este procedimiento elimina los nódulos suprarrenales responsables del exceso de aldosterona sin necesidad de cirugía mayor.
El proceso incluye:
- Localización precisa de los nódulos mediante ultrasonido y escáner con tintes moleculares.
- Inserción de una aguja fina a través del estómago hasta la glándula suprarrenal.
- Aplicación de calor por radiofrecuencia para destruir solo el tejido anómalo, preservando la función del resto de la glándula.
El procedimiento dura aproximadamente 20 minutos, se realiza con anestesia local y permite al paciente regresar a casa el mismo día. En comparación con la cirugía tradicional, reduce el tiempo de recuperación y minimiza los riesgos de la anestesia general y la hospitalización prolongada.
Resultados prometedores en los ensayos iniciales
Investigadores de la Queen Mary University of London, en colaboración con Barts Health NHS Trust y el University College London, realizaron un estudio con 28 pacientes con AP.
Los hallazgos, publicados en The Lancet, fueron alentadores:
- La mayoría de los pacientes normalizó sus niveles hormonales en seis meses.
- Muchos dejaron de tomar o redujeron su medicación para la presión arterial.
- Algunos experimentaron mejoras en síntomas como dolores de cabeza persistentes.
Una de las participantes, Michelina Alfieri, compartió su experiencia: “Llevaba años con dolores de cabeza debilitantes. Después del tratamiento, pude retomar mi rutina normal de inmediato. Estoy profundamente agradecida al equipo médico”.
Próximos pasos: ¿puede convertirse en un tratamiento estándar?
Actualmente, se está llevando a cabo un ensayo clínico más amplio, llamado estudio WAVE, en el que se comparará el Triple T con la cirugía tradicional en 120 pacientes.
Este estudio, que concluirá en 2027, busca proporcionar datos más sólidos sobre la seguridad y eficacia de la técnica. Si los resultados siguen siendo positivos, la terapia Triple T podría implementarse en unidades de endoscopía y convertirse en una opción accesible para más pacientes.
El desarrollo de esta innovadora técnica ha sido posible gracias al financiamiento de Barts Charity, el National Institute for Health and Care Research (NIHR) y la British Heart Foundation.
Aunque aún se requieren más investigaciones, los expertos consideran que esta terapia tiene el potencial de transformar el tratamiento del aldosteronismo primario. Al ofrecer una alternativa segura y menos invasiva, Triple T podría ayudar a miles de personas a controlar su presión arterial sin recurrir a cirugía mayor.