Una leve fuga de orina podría llevar a una mujer a temer la necesidad de realizarse una prueba invasiva y dolorosa para evaluar su vejiga, pero un estudio reciente ofrece buenas noticias: esas pruebas de presión vesical podrían no ser necesarias.
El estudio, publicado en The Lancet el 22 de marzo, demuestra que una serie de evaluaciones clínicas alternativas pueden ser igualmente efectivas que las pruebas de vejiga, también conocidas como pruebas urodinámicas, para guiar el tratamiento de la incontinencia femenina.
Estas pruebas implican el uso de catéteres para llenar la vejiga con agua y medir la presión dentro de la vejiga y el abdomen, lo que puede ser un procedimiento incómodo y embarazoso. Aunque estas pruebas se han establecido como estándar para diagnosticar y tratar la incontinencia, los investigadores indican que no hay suficientes pruebas que respalden su efectividad.
El Dr. Mohamed Abdel-Fattah, investigador principal y director del Centro de Investigación sobre la Salud de la Mujer en la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), destacó que las pruebas urodinámicas invasivas pueden ser vergonzosas y desagradables para las mujeres.
En este primer ensayo clínico aleatorio, casi 1,100 mujeres con vejiga hiperactiva o incontinencia urinaria de urgencia, que no respondieron a tratamientos de primera línea, fueron asignadas al azar para recibir una evaluación clínica integral o una evaluación clínica junto con la prueba de vejiga.
Tras un seguimiento de 15 a 24 meses, los resultados no mostraron diferencias significativas entre los dos grupos. Un 24% de las mujeres que se sometieron a la prueba de vejiga reportaron una mejora "notable" en sus síntomas, comparado con un 23% en el grupo solo evaluado clínicamente. Además, las mujeres que solo recibieron la evaluación clínica reportaron una mejora más temprana en sus síntomas.
Las evaluaciones clínicas son más accesibles y no requieren equipo especializado, a diferencia de la prueba de vejiga, que requiere una derivación a una clínica especializada y una espera prolongada, lo que puede retrasar el tratamiento.
El Dr. Abdel-Fattah señaló que los resultados del estudio indican que muchas mujeres ya no necesitan someterse a pruebas invasivas para lograr una mejora en su calidad de vida y síntomas. Aunque las pruebas urodinámicas proporcionaron tratamientos más personalizados, estos no se tradujeron en mejores tasas de éxito ni en una mejor calidad de vida para las mujeres.
El Dr. Benoit Peyronnet, miembro de la Asociación Europea de Urología, agregó que estos hallazgos son significativos, ya que muestran que las pruebas urodinámicas invasivas pueden evitarse en ciertos casos, sin comprometer los resultados para las pacientes.
Sin embargo, destacó que el estudio tiene un período de seguimiento de solo dos años y que los resultados a largo plazo podrían ofrecer información adicional valiosa sobre la práctica clínica.