Roncar no es normal: la apnea del sueño y sus riesgos ocultos

Roncar de forma constante no siempre es un simple detalle. En muchos casos, este sonido nocturno persistente es la señal más evidente de un trastorno respiratorio serio: la apnea obstructiva del sueño (AOS).
Este padecimiento es común y, cuando no se detecta ni se trata a tiempo, puede afectar de manera progresiva la salud física, emocional y social de quien lo presenta.
La apnea obstructiva del sueño se caracteriza por pausas repetidas en la respiración mientras se duerme. Estos episodios generan múltiples microdespertares que interrumpen el sueño, aunque la persona no siempre los perciba. Como consecuencia, el descanso suele ser poco efectivo y aparecen síntomas diurnos como fatiga intensa, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
En México, se calcula que alrededor de una de cada diez personas adultas podría tener apnea obstructiva del sueño sin estar diagnosticada. Entre las señales más comunes destacan los ronquidos fuertes, las pausas respiratorias nocturnas, los jadeos al dormir y la somnolencia excesiva durante el día. Muchas veces, son los familiares o la pareja quienes notan estos signos, aunque suelen pasarse por alto, retrasando el diagnóstico.
Sandra Mora, Clinical Innovation Lead en Resmed, señala que la AOS ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y colapsan temporalmente durante el sueño, impidiendo el paso del aire. Estas interrupciones, que pueden durar 10 segundos o más, reducen los niveles de oxígeno en la sangre y obligan al cuerpo a despertarse repetidamente para retomar la respiración.
Consecuencias para la salud que van más allá del sueño
No tratar adecuadamente la apnea obstructiva del sueño puede generar complicaciones a largo plazo. Las caídas frecuentes del oxígeno se relacionan con un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, alteraciones metabólicas, problemas cognitivos y cambios en el estado de ánimo.
Si bien las pausas de respiración no suelen ser mortales por sí mismas, sí aumentan la probabilidad de padecer afecciones que pueden comprometer seriamente la salud con el paso del tiempo.
Por ello, la atención médica especializada es fundamental. Una vez confirmado el diagnóstico mediante estudios de sueño, uno de los tratamientos más efectivos es el uso de CPAP, que mantiene las vías respiratorias abiertas mediante una presión continua de aire, permitiendo una respiración estable toda la noche.
El uso constante del CPAP ayuda a disminuir o eliminar los ronquidos, mejora la calidad del sueño y reduce la somnolencia durante el día. Además, se han observado beneficios adicionales como mayor energía, mejor control de la presión arterial y mejoras en funciones cognitivas como la memoria y la atención.
Hábitos diarios que pueden contribuir
El tratamiento suele acompañarse de cambios en el estilo de vida. Los especialistas aconsejan evitar el alcohol por la noche, mantener un peso adecuado, adoptar hábitos alimenticios saludables y evitar dormir boca arriba. Estas acciones pueden disminuir los episodios de apnea y fortalecer la salud en general.
Reconocer los síntomas y no normalizar los ronquidos intensos o la fatiga continua es fundamental. Consultar a un profesional permite confirmar el diagnóstico y comenzar un tratamiento integral que no solo mejora el sueño, sino también la calidad de vida.
Para una evaluación experta, se recomienda acudir a centros especializados en medicina del sueño, como la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM. Entre los dispositivos CPAP disponibles en México se encuentra el modelo AirSense 11™ de Resmed.
ENFERMEDADES: Virus Mpox: ¿cuántas variantes existen y cuáles están en México?
El virus Mpox —antes llamado viruela símica— continúa atravesando fronteras de manera inesperada, poniendo a prueba los sistemas sanitarios de varios países. Su expansión ha generado complicaciones importantes y ha evidenciado lo difícil que es contenerlo. No se trata -- leer más
Noticias del tema