Según el nefrólogo Mauricio Arvizu, "muchas personas creen que solo tomar agua es suficiente para cuidar los riñones, pero la realidad es que hay otras acciones que pueden deteriorar su función con el tiempo".
A continuación, se presentan 10 hábitos que podrían estar perjudicando tus riñones sin que lo sepas:
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Exceso de sal
El consumo elevado de sodio puede incrementar la presión arterial y sobrecargar los riñones. "Recomendamos moderar la sal, ya que su abuso puede acelerar el deterioro renal", explica Arvizu. Alimentos ultraprocesados, embutidos y botanas saladas son especialmente peligrosos en grandes cantidades.
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Abusar de los antiinflamatorios
Medicamentos como el ibuprofeno o naproxeno pueden ser perjudiciales si se consumen frecuentemente. "El uso crónico de antiinflamatorios no esteroides puede afectar la filtración renal y, en algunos casos, acelerar la insuficiencia renal", advierte el especialista.
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No controlar la presión arterial
La hipertensión es una de las principales causas de enfermedades renales. "El control adecuado de la presión arterial es esencial, ya que si se mantiene elevada durante mucho tiempo, puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones", afirma Arvizu.
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Consumo excesivo de alcohol y tabaco
"El tabaquismo y el abuso del alcohol pueden afectar la circulación sanguínea hacia los riñones, dificultando su función", explica el especialista. Estos hábitos también incrementan el riesgo de enfermedades renales crónicas.
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No controlar los niveles de azúcar en sangre
La diabetes es una de las principales causas de insuficiencia renal. "El azúcar elevado en sangre puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de los riñones y provocar insuficiencia renal a largo plazo", advierte Arvizu. Mantener una dieta equilibrada y realizar chequeos periódicos es clave para prevenirlo.
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No realizarse chequeos médicos
Las enfermedades renales pueden no mostrar síntomas en sus primeras etapas. "Realizarse análisis de sangre y orina regularmente es fundamental para detectar problemas antes de que empeoren", recomienda Arvizu.
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No hidratarse adecuadamente
Aunque beber agua no es lo único que protege los riñones, la deshidratación puede afectar su funcionamiento. "El consumo adecuado de líquidos es clave para prevenir enfermedades renales", explica el especialista.
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Falta de actividad física
El ejercicio regular ayuda a controlar la presión arterial y el peso, factores esenciales para la salud renal. "El ejercicio mejora la circulación y reduce el riesgo de enfermedades crónicas, incluida la renal", comenta Arvizu.
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No beber agua cuando se tiene sed
Aunque no se necesita beber ocho vasos al día, es importante no olvidar tomar agua. Beber solo uno o dos vasos diarios puede generar deshidratación y afectar la presión arterial, lo que perjudica a los riñones.
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Automedicarse
Además de los antiinflamatorios, otros medicamentos como ciertos antibióticos o fármacos para la presión pueden dañar la función renal si se toman sin supervisión médica. "Algunos fármacos pueden causar hiperpotasemia o insuficiencia renal, por lo que siempre deben ser prescritos por un profesional", recomienda Arvizu.
Mantener la salud renal no solo depende de beber suficiente agua. Evitar estos hábitos y adoptar un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia para mantener los riñones en buen estado.