Un reciente estudio sugiere que el aspartamo, un edulcorante artificial presente en numerosos productos, podría estar relacionado con problemas cardiovasculares.
Los investigadores descubrieron que su consumo frecuente activa un proceso molecular que favorece la acumulación de grasa en las arterias.
El estudio, publicado en la revista Cell Metabolism, analizó los efectos del aspartamo en ratones durante 12 semanas, administrándoles una dosis equivalente a la que consumiría una persona al tomar tres latas de refresco dietético al día. Los resultados revelaron un aumento en los niveles de insulina, lo que activó una molécula llamada CX3CL1.
Esta molécula se adhiere a los vasos sanguíneos y captura células inmunes, lo que contribuye al desarrollo de arteriosclerosis.
Los investigadores señalaron que eliminar los receptores de esta molécula en los ratones evitó la acumulación de grasa en las arterias, lo que refuerza la hipótesis de que el aspartamo podría estar vinculado a problemas cardíacos.
A pesar de que el impacto del aspartamo en la salud ha sido objeto de debate durante años, este estudio ofrece nuevas evidencias sobre sus posibles riesgos. Los científicos ahora planean realizar pruebas en humanos para confirmar sus hallazgos.