Con el fin de combatir la desnutrición y la obesidad infantil, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado el programa Vida Saludable. Esta iniciativa, impulsada por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, tiene como objetivo transformar la alimentación escolar mediante la promoción de buenos hábitos alimenticios y la eliminación de la comida chatarra en las cooperativas escolares.
El programa incluye un manual dirigido a quienes preparan y venden alimentos en las escuelas, con recetas pensadas para ofrecer opciones nutritivas durante el recreo. Además, se establece la prohibición de la venta de productos ultraprocesados, la cual entrará en vigor el 29 de marzo de 2025, representando un paso importante en la lucha contra el sobrepeso infantil.
Recetas saludables y educativas
Entre las opciones destacadas en la guía se encuentran las enfrijoladas, tostadas de nopales y dobladas de lentejas, todas fáciles de preparar y muy nutritivas. Para quienes prefieren opciones dulces, se ofrecen alternativas como gelatina con frutas de temporada, paletas picositas de sandía y naranja, y frutas deshidratadas con nueces y pepitas tostadas.
La guía también ofrece detalles sobre ingredientes y preparación. Por ejemplo, las enfrijoladas se elaboran con tortillas de maíz bañadas en frijoles caldosos, queso fresco y yogur descremado, mientras que las tostadas de nopales combinan verduras frescas y frijoles sobre una tostada horneada.
Alimentos prohibidos en las escuelas
El programa establece una lista de alimentos que no podrán venderse en las escuelas, entre ellos frituras, jugos de caja, dulces, golosinas y botanas industrializadas. Este esfuerzo tiene como objetivo reducir el impacto de la comida chatarra en la salud de los estudiantes.
Con una alarmante estadística que revela que uno de cada cuatro niños en México sufre de sobrepeso u obesidad, el programa Vida Saludable se presenta como una respuesta firme ante este problema. Las enfermedades relacionadas con estos padecimientos, como la diabetes y la hipertensión, podrían disminuir significativamente con una alimentación más saludable.
El programa no solo pretende cambiar lo que los niños comen, sino también cómo perciben su relación con los alimentos. Al educar desde temprana edad sobre la importancia de una dieta equilibrada, el gobierno busca sentar las bases para un futuro más saludable.