Un estudio reciente ha demostrado que las pacientes con cáncer de mama mejoran significativamente si continúan haciendo ejercicio durante su tratamiento, y un nuevo programa puede facilitarles la actividad necesaria para aumentar sus probabilidades de recuperación.
El programa, denominado Rehabilitación y Ejercicio Oncológico Integral (CORE), ajusta las recomendaciones de actividad física según la etapa de progresión del cáncer, según informaron los investigadores en la revista Cancer.
Más del 60% de las pacientes (62%) completaron la derivación a un programa de ejercicio adaptado a sus necesidades específicas, según el estudio. La investigadora principal, Adriana Coletta, del Instituto Oncológico Huntsman de la Universidad de Utah, destacó que CORE podría servir como modelo para integrar servicios de ejercicio y rehabilitación desde el diagnóstico y a lo largo del tratamiento.
El ejercicio después del diagnóstico de cáncer de mama puede reducir en un 31% el riesgo de muerte por cáncer y en un 41% el riesgo general de muerte. Además, los servicios de rehabilitación también pueden ser beneficiosos para manejar efectos secundarios, como problemas de movilidad en los hombros o lesiones nerviosas periféricas.
Para este estudio, los investigadores evaluaron cómo el programa CORE guiaba a las pacientes con cáncer de mama hacia el ejercicio autodirigido, programas de ejercicio en el hospital o servicios de rehabilitación. Se reclutaron 72 pacientes, quienes fueron asignadas aleatoriamente a recibir evaluación por CORE o atención habitual. Tras un seguimiento de 24 semanas después de la cirugía, más del 93% de las mujeres asignadas a CORE completaron su evaluación, y más del 60% siguieron las recomendaciones.
Las pacientes mostraron comentarios muy positivos, y muchas mencionaron que el ejercicio y la rehabilitación les ayudaron significativamente a manejar los síntomas posteriores al tratamiento. Los resultados apoyan los esfuerzos nacionales, liderados por el Colegio Americano de Medicina Deportiva, para integrar estos servicios como parte de la atención rutinaria para el cáncer. Coletta sugirió que otros centros oncológicos que no cuenten con estos servicios podrían utilizar el algoritmo y la herramienta de triaje en coordinación con el Directorio del Programa de Ejercicio Moving Through Cancer.