Cada 5 de mayo se celebra el Día Mundial de la Higiene de Manos, y este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha centrado su mensaje en las consecuencias del uso excesivo de guantes médicos. Aunque los guantes son útiles para reducir infecciones, no deben sustituir una adecuada higiene de manos. Bruce Aylward, director general asistente de la OMS para cobertura sanitaria universal, subrayó que "los guantes nunca reemplazan el lavado de manos".
Según la OMS, los guantes pueden convertirse en una fuente de infección si no se cambian entre pacientes o al realizar diversos procedimientos en un mismo paciente. Además, el uso desmedido de guantes aumenta significativamente los desechos médicos, representando una porción considerable de los más de 1,600 toneladas de residuos que produce un hospital promedio al año.
El manejo de estos desechos plantea un desafío logístico y económico, ya que a menudo deben ser incinerados o tratados de manera especializada, lo cual no es accesible para todos los sistemas de salud. En este contexto, la OMS señala que cada dólar invertido en promover la higiene de manos genera un retorno de 24.6 dólares en beneficios sociales y económicos.
A pesar de estos datos, la situación global sigue siendo alarmante: dos de cada cinco instalaciones sanitarias no cuentan con servicios básicos de higiene de manos, lo que pone en riesgo la salud de 3,400 millones de personas. "El lavado de manos es una de las herramientas más eficaces y accesibles para prevenir infecciones y garantizar un servicio sanitario seguro y de calidad", destacó la OMS.
La historia también resalta la relevancia de esta práctica. Fue el médico húngaro Ignaz Semmelweis quien en el siglo XIX demostró que el lavado de manos reducía considerablemente la mortalidad por infecciones postparto. Aunque inicialmente sus ideas fueron rechazadas, su descubrimiento fue clave para establecer los principios de la higiene médica.
Este 5 de mayo, la OMS invita a reflexionar sobre el impacto positivo de un acto tan simple pero efectivo: lavarse las manos, una práctica que no solo salva vidas, sino también protege al planeta.