Casi 50 millones de estadounidenses residen en condados sin la presencia de un gastroenterólogo local.
Los gastroenterólogos son los médicos encargados de diagnosticar y tratar trastornos que afectan el sistema digestivo, desde problemas como cálculos biliares y reflujo gástrico, hasta condiciones más graves como el cáncer de colon. Un equipo liderado por el Dr. Xiaohan Ying, de Weill Cornell Medicine en Nueva York, investigó los datos federales para identificar las zonas donde los gastroenterólogos están disponibles.
En su estudio, publicado en la revista Gastroenterology, el equipo de Ying reveló que 2,183 de los 3,149 condados analizados (el 69.3%) no contaban con un solo gastroenterólogo, afectando a 49.4 millones de personas. Además, otros 531 condados (16.8%) tenían menos de cinco gastroenterólogos.
Los condados sin gastroenterólogos tendían a ser más rurales y más empobrecidos.
"Las enfermedades gastrointestinales tienen un gran impacto tanto en los pacientes como en el sistema de salud estadounidense", señalaron los investigadores. "Las disparidades geográficas en el acceso a estos médicos han aumentado, y las necesidades no satisfechas en el campo de la atención gastroenterológica continúan y podrían empeorar".
Más del 75% de los residentes de Wyoming y Arizona vivían a más de 25 millas de su gastroenterólogo más cercano, y más de la mitad de los residentes de Wyoming estaban a más de 50 millas de distancia, según los datos.
Alaska, Dakota del Norte y Wyoming tenían las tasas más bajas de gastroenterólogos por cada 100,000 personas, mientras que Massachusetts, Connecticut y Nueva York presentaban las más altas.
Los autores destacaron que la demanda de gastroenterólogos aumentará a medida que la población envejezca y los problemas digestivos y hepáticos se vuelvan más frecuentes.
También advirtieron que, con el aumento de la incidencia de cáncer colorrectal, los residentes rurales sin acceso a gastroenterólogos ni a colonoscopias preventivas podrían enfrentar un mayor riesgo.
Finalmente, concluyeron que "aunque existe un acceso relativamente bueno a los gastroenterólogos a nivel nacional, con más del 80% de la población de EE. UU. viviendo a menos de 25 millas de un gastroenterólogo, es necesario hacer más para ampliar el acceso y mejorar la equidad en la atención".