Un estudio reciente asegura que las mujeres embarazadas pueden recibir la vacuna contra la COVID-19 sin temor a que cause defectos congénitos en su hijo por nacer. Los investigadores no encontraron ninguna relación entre la vacunación temprana contra la COVID y los defectos congénitos.
Tampoco se observaron diferencias en el riesgo de defectos congénitos entre las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech, según los resultados publicados en la revista Pediatrics.
"Estos resultados respaldan la seguridad de la vacunación contra la COVID-19 en las primeras etapas del embarazo", concluyó el equipo de investigación, liderado por Stacey Rowe, becaria postdoctoral en enfermedades infecciosas de la Universidad de California-San Francisco.
Se recomienda la vacuna a las mujeres embarazadas porque la infección por COVID durante el embarazo está asociada con un mayor riesgo de parto prematuro, mortinato y la necesidad de atención en una unidad de cuidados intensivos neonatales. Sin embargo, algunos informes indican que persisten temores sobre los posibles efectos de la vacuna en los defectos congénitos.
En este estudio, los investigadores analizaron más de 78,000 embarazos basados en datos de seguros de salud públicos y privados. Se detectaron 1,248 defectos congénitos en mujeres no vacunadas y 199 en mujeres vacunadas.
Los resultados no mostraron diferencias significativas en la incidencia de defectos congénitos entre las mujeres vacunadas y no vacunadas. El número de defectos congénitos fue ligeramente superior en las no vacunadas, con más de 160 por cada 10,000 nacimientos vivos, en comparación con 156 por cada 10,000 en las vacunadas.
La tasa de defectos congénitos no varió, incluso si las mujeres embarazadas recibieron otras vacunas recomendadas, como las de la influenza o la tos ferina. Tampoco hubo cambios si la mujer embarazada contraía COVID durante su gestación.
"Los resultados del estudio son consistentes con un creciente cuerpo de evidencia que respalda la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 durante el embarazo, incluso en las primeras etapas", concluyeron los investigadores.
"La seguridad de las vacunas es una preocupación común entre las personas que consideran vacunarse", mencionaron. "Las recomendaciones de los proveedores de salud son los factores más influyentes en la decisión de una persona de vacunarse durante el embarazo, incluso en aquellas que inicialmente se han mostrado reacias".
"Nuestros hallazgos pueden ayudar a fortalecer el diálogo entre proveedores de salud y pacientes sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 durante el embarazo", añadieron. "Los proveedores de salud deben recomendar la vacunación contra la COVID-19 a sus pacientes embarazadas en cualquier etapa del embarazo".