Un estudio reciente sugiere que las mujeres que experimentan complicaciones como diabetes o hipertensión durante el embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) o enfermedad cardiovascular años después del parto. Sin embargo, los médicos no parecen estar tomando este riesgo con la seriedad que merece.
Según el estudio, solo el 17% de las mujeres diagnosticadas con diabetes gestacional o hipertensión recibieron una evaluación de salud adecuada en el año siguiente al embarazo. Además, menos de la mitad de estas mujeres (44%) se sometieron a pruebas de detección de factores de riesgo dentro de los tres años posteriores al parto.
La Dra. Amy Yu, neuróloga y científica principal del Instituto de Investigación Sunnybrook en Canadá, destacó la importancia de que las mujeres sean conscientes de su riesgo cardiovascular para poder discutir con sus médicos las pruebas necesarias. Esta conciencia también puede apoyar decisiones sobre cambios en el estilo de vida que podrían mejorar su salud vascular.
Las pautas médicas sugieren que las mujeres que desarrollan presión arterial alta o diabetes durante el embarazo se sometan a controles de presión arterial, colesterol y niveles de azúcar en la sangre después del parto para evaluar su riesgo a largo plazo de enfermedades cardíacas.
Los investigadores analizaron los expedientes de salud de más de un millón de mujeres embarazadas en Ontario entre 2002 y 2019 y encontraron que, incluso después de tres años, la mayoría no se había sometido a las pruebas recomendadas. Aunque el 44% de las mujeres con complicaciones se hicieron pruebas de diabetes o colesterol alto, solo el 33% de las mujeres sin complicaciones lo hicieron.
El estudio concluye que los médicos de familia son los más propensos a ordenar estas pruebas y sugiere que las estrategias para mejorar la detección deben implicar o ser lideradas por estos profesionales.