Un estudio reciente revela que la necesidad urgente de orinar, conocida como vejiga hiperactiva (VH), ha aumentado significativamente en los últimos años.
Entre 2013 y 2017, los diagnósticos de VH se triplicaron después de la publicación de nuevas directrices por la Asociación Americana de Urología (AUA) en 2012, que establecieron pautas claras para su diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, aunque los diagnósticos aumentaron, el tratamiento sigue siendo insuficiente.
Hallazgos del estudio:
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Prevalencia de la VH:
Aproximadamente 43% de las mujeres y 27% de los hombres en EE. UU. sufren de vejiga hiperactiva, lo que se traduce en una necesidad urgente de orinar con frecuencia.
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Incremento en diagnósticos y tratamientos:
El número de casos diagnosticados aumentó en un 369% entre 2013 y 2017, coincidiendo con la publicación de las directrices de la AUA. Las recetas para tratar la VH aumentaron un 63%, y las terapias de tercera línea (como implantes nerviosos o Botox) crecieron un 50%.
Tratamientos disponibles:
- Primera línea: Modificaciones en el estilo de vida (ejercicio, cambios dietéticos).
- Segunda línea: Medicamentos anticolinérgicos o beta-2 adrenérgicos para controlar los espasmos de la vejiga.
- Tercera línea: Tratamientos más invasivos como implantes de estimulación nerviosa o inyectables de Botox para relajar los músculos de la vejiga.
Desafíos en el tratamiento:
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Baja tasa de tratamiento:
A pesar de la creciente prevalencia de la VH, solo el 19% de los pacientes reciben medicamentos recetados y menos del 5% acceden a tratamientos más avanzados como los implantes nerviosos o el Botox.
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Factores que limitan el tratamiento:
Muchos pacientes no reciben tratamientos de tercera línea debido a barreras sociales (vergüenza, costos, falta de cobertura de seguros), falta de conocimiento de los médicos, o una menor disposición de ciertos grupos (como hombres y minorías no blancas) a recibir terapias invasivas.
Recomendaciones futuras:
Los investigadores sugieren que las nuevas directrices de la AUA (actualizadas en 2024) pondrán énfasis en enfoques más personalizados y decisiones compartidas entre médicos y pacientes, lo que podría mejorar la tasa de aceptación y efectividad de los tratamientos.
Conclusión:
Aunque la vejiga hiperactiva afecta a una proporción significativa de la población, las tasas de tratamiento siguen siendo bajas. El estudio destaca la importancia de mejorar la conciencia y el acceso a terapias más avanzadas para aquellos que sufren de esta condición.