Un estudio reciente revela que las enfermeras que trabajan en turnos nocturnos y tienen poco sueño tienen un mayor riesgo de sufrir resfriados comunes y otras infecciones. El trabajo por turnos y la alteración del sueño afectan el sistema inmunológico, lo que hace que las enfermeras sean más susceptibles a enfermedades, según los investigadores en la revista Chronobiology International.
"La falta de sueño y los horarios de trabajo irregulares, incluyendo los turnos nocturnos, no solo debilitan el sistema inmunológico de las enfermeras, sino que también pueden afectar su capacidad para brindar atención de alta calidad a los pacientes", comentó la investigadora principal, Siri Waage, coordinadora del Centro Noruego de Competencia para los Trastornos del Sueño en el Hospital Universitario de Haukeland en Bergen.
El estudio encontró que las enfermeras que dormían hasta dos horas menos de lo necesario tenían un 33% más de probabilidad de resfriarse, y el riesgo era el doble entre aquellas que tenían más de dos horas de déficit de sueño. Además, su riesgo de contraer neumonía y bronquitis aumentaba considerablemente, siendo casi 2.3 veces mayor con una deuda de sueño moderada y 3.9 veces mayor con un déficit grave de sueño. También se observó una mayor prevalencia de sinusitis e infecciones gastrointestinales entre las enfermeras con poco descanso.
El análisis de los datos de más de 1,300 enfermeras noruegas mostró que el trabajo en turnos, especialmente durante la noche, estaba vinculado a un mayor riesgo de infección. Sin embargo, solo el trabajo nocturno se asoció con un mayor riesgo de resfriado común, sin afectar a otras infecciones.
Los investigadores sugieren que los hospitales y sistemas de salud deberían garantizar que las enfermeras duerman lo suficiente para mejorar tanto su salud como la calidad de atención que brindan. "Las enfermeras se beneficiarían de patrones de turnos más equilibrados, como reducir los turnos nocturnos consecutivos y proporcionar tiempo adecuado para la recuperación entre turnos", explicó Ståle Pallesen, profesora de psicología clínica en la Universidad de Bergen.
Además, aumentar la conciencia sobre la importancia del sueño para la salud inmunológica y fomentar las pruebas de salud y las vacunas regulares para los trabajadores de la salud también podrían ser medidas beneficiosas.