Influencers de las redes sociales han promovido la idea de que la "sincronización de ciclos" puede mejorar los resultados del entrenamiento de fuerza en las mujeres, sugiriendo que levantar pesas durante el período, cuando los niveles de estrógeno son altos, favorece el desarrollo muscular.
Sin embargo, un nuevo estudio a pequeña escala refuta esta idea, señalando que no hay evidencia que respalde que el momento del ciclo menstrual influya en la respuesta del cuerpo al ejercicio de resistencia intenso.
"La idea de que existe alguna ventaja hormonal al realizar ejercicios en diferentes fases del ciclo está en desacuerdo con nuestros hallazgos", explicó la investigadora principal, Lauren Colenso-Semple, quien llevó a cabo el estudio como candidata doctoral en la Universidad McMaster, en Canadá.
El fenómeno de la sincronización de ciclos ha ganado popularidad debido a la promoción de aplicaciones de fitness que rastrean los ciclos menstruales y sugieren que las mujeres pueden mejorar su salud adaptando su entrenamiento, dieta y otros comportamientos a su ciclo menstrual.
Para el estudio, se reclutó a 12 mujeres jóvenes y sanas, cuyas fases menstruales fueron monitoreadas para asegurar que sus ciclos eran normales. Los investigadores también observaron que, contrariamente a la creencia común, solo un 12% de las mujeres tienen un ciclo regular de 28 días.
Las participantes realizaron un entrenamiento de resistencia intenso en dos fases distintas de su ciclo: la fase folicular, que ocurre durante el período y cuando los niveles de estrógeno son más altos, y la fase lútea, que sigue a la ovulación y se caracteriza por niveles elevados de progesterona.
A pesar de que el entrenamiento promovió el crecimiento muscular, los investigadores no encontraron diferencias en la producción de proteínas musculares entre las fases del ciclo.
"Las mujeres que deseen levantar pesas y trabajar en su acondicionamiento muscular deben sentirse libres de hacerlo en cualquier fase de su ciclo", señaló Stuart Phillips, investigador principal. "No hay ninguna diferencia fisiológica en la respuesta al ejercicio", concluyó, subrayando que lo más importante es ajustar el entrenamiento a cómo se siente la persona.