Un estudio reciente sugiere que las elecciones de salud y estilo de vida de una madre pueden tener un impacto significativo en el riesgo de obesidad de sus hijos en la adultez.
Según los resultados publicados el 26 de marzo en la revista PLOS One, los niños cuya madre era obesa tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de convertirse en adultos obesos. Además, el tabaquismo materno aumenta el riesgo de obesidad adulta en los hijos en un 60% a 80%.
El estudio, dirigido por Glenna Nightingale de la Universidad de Edimburgo, concluyó que los efectos de las influencias maternas perduran hasta los 42 años de edad, y que estos factores predicen la obesidad de manera similar incluso antes de la actual pandemia de obesidad.
Los investigadores analizaron los datos de casi 11,500 niños que participaron en un estudio británico sobre niños nacidos en marzo de 1958 en Inglaterra, Escocia y Gales, siguiendo su salud hasta los 42 años. Se observó que los hijos de madres obesas o fumadoras tenían un mayor riesgo de ser obesos en la adultez.
El estudio destacó que la influencia materna tiene un "alcance largo", especialmente el índice de masa corporal (IMC) de la madre, que resultó ser uno de los factores más determinantes. Además, los investigadores señalaron que estos efectos fueron igualmente potentes antes de que las tasas de obesidad en el Reino Unido aumentaran significativamente.
Los expertos señalaron que es necesario realizar más investigaciones para identificar otros factores en la vida temprana que podrían influir en la obesidad, lo que podría ser útil para diseñar programas de prevención tanto para niños como para adultos.