'La charla' es un tema delicado para muchos padres

Abordar el tema de la pubertad suele generar ansiedad en la mayoría de los padres, y como era de esperarse, existen diversas opiniones sobre el momento y la forma adecuada de hacerlo.

Según una encuesta nacional sobre la salud infantil realizada por el Hospital Pediátrico C.S. Mott de la Universidad de Michigan, los padres están divididos: algunos consideran que es mejor iniciar la conversación antes de los 10 años, otros opinan que debe hacerse justo a esa edad, y algunos prefieren esperar hasta que el niño sea mayor.

Sarah Clark, codirectora del estudio, explicó que muchos padres asumen que sus hijos son demasiado pequeños para hablar sobre la pubertad, pero a menudo se sorprenden al notar señales tempranas o al escuchar preguntas inesperadas de sus hijos sobre los cambios en su cuerpo. Destacó la importancia de iniciar estas conversaciones con anticipación para que los padres puedan ofrecer una guía apropiada y ayudar a sus hijos a entender lo que está por venir, evitando así confusiones o temores. Si no se habla del tema en casa, los niños podrían recurrir a fuentes poco confiables como sus compañeros, redes sociales o programas de televisión.

La encuesta reveló distintos enfoques y preocupaciones de los padres sobre cómo preparar a sus hijos para la pubertad. Aproximadamente la mitad adoptan una actitud proactiva, mientras que dos de cada cinco solo abordan el tema si su hijo lo plantea, y un 5% evita la charla por completo.

El 20% de los padres teme sentirse incómodo al hablar del tema y uno de cada seis teme decir algo inapropiado. Además, una cuarta parte de quienes tienen hijos entre 10 y 12 años dice que sus hijos no quieren hablar al respecto, y un tercio de los que tienen hijos de 7 a 9 años piensa que aún son demasiado pequeños para comprenderlo.

Clark señaló que muchas de estas dudas pueden tener origen en las propias experiencias de los padres cuando eran niños. Menos de un tercio dice haber recibido información adecuada sobre la pubertad de sus propios padres, y más de un tercio afirma no haber hablado nunca del tema en casa.

Asimismo, muchos padres dudan sobre si deben hablar también de sexo y reproducción, y en caso afirmativo, cuándo y de qué forma. Clark recomienda que las primeras charlas se centren en explicar los cambios físicos y emocionales que se avecinan, dejando las conversaciones sobre sexualidad para más adelante.

También sugiere aprovechar recursos como libros o materiales educativos apropiados para la edad, así como las visitas médicas anuales como oportunidades para tratar el tema. Según la encuesta, la mitad de los padres se siente segura al identificar señales de pubertad en sus hijos. Un 60% de los padres con hijos entre 10 y 12 años ya ha notado cambios, al igual que el 17% de los que tienen hijos de 7 a 9 años. Sin embargo, menos de un tercio no sabe bien qué signos observar.

Clark concluye que, además de los cambios físicos, la pubertad implica un importante componente emocional que puede dificultar la comunicación. Muchos niños sienten vergüenza o incomodidad al hablar del tema con sus padres. Por ello, algunos optan por darles libros o videos adecuados para que exploren el tema por su cuenta, lo que con frecuencia termina motivando una conversación posterior.

Esta encuesta se realizó en febrero de 2025 y contó con la participación de 2,021 adultos, incluyendo 911 padres con hijos de entre 7 y 12 años. El margen de error es de entre 2 y 5 puntos porcentuales.

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