¿El dinero afecta la salud mental? Aquí te decimos

La economía, aunque no lo es todo, juega un papel crucial en proporcionar tranquilidad y bienestar a las personas, lo que se refleja en una mejor salud mental. Por ello, la práctica del ahorro es fundamental para alcanzar este objetivo.

Según los expertos, una mala salud financiera puede generar problemas de salud mental. Factores como gastos imprevistos, la incapacidad de ahorrar para la jubilación o los tratamientos médicos suelen ser desencadenantes de estrés, ansiedad y otros trastornos emocionales.

De acuerdo con el informe 'Paying with our health' de la American Psychological Association, el estrés crónico relacionado con las dificultades financieras afecta al 26% de los estadounidenses, y esta problemática también está presente en México.

Entre los problemas más comunes que generan estrés financiero se encuentran:

• Gastos inesperados.

• Falta de ahorro para la jubilación.

• Costos de tratamientos médicos.

• Responsabilidades familiares, especialmente con hijos.

Este tipo de estrés, conocido como "estrés financiero", afecta especialmente a las nuevas generaciones y a las personas con ingresos bajos (menos de 50,000 pesos mensuales, por ejemplo).

La preocupación constante por el dinero puede llevar a conductas de alto riesgo, como el abuso de alcohol y drogas, excesos alimenticios o comportamientos sedentarios, lo que agrava tanto la salud mental como la física.

Los sectores más afectados por esta situación son las mujeres y los jóvenes, quienes sienten directamente los efectos de una mala gestión financiera familiar. Un estudio de Springer Link, basado en más de 400 estudiantes británicos, revela que los problemas económicos pueden generar estrés, depresión, ansiedad o incluso alcoholismo entre los estudiantes.

Esta situación empeora cuando los jóvenes no pueden continuar con sus estudios debido a dificultades económicas, lo que puede derivar en un círculo vicioso: la ansiedad o el alcoholismo producto de los problemas financieros empeoran aún más su situación económica.

Para mejorar tanto la salud financiera como la mental, la Mental Health First Aid International sugiere algunas recomendaciones:

1. Tomar conciencia: Es fundamental que las personas reconozcan que ignorar los problemas no los hará desaparecer.

2. Buscar asesoría financiera: Es recomendable acudir a un experto para organizar las finanzas.

3. Informarse: Investigar posibles ayudas financieras disponibles a nivel local o estatal.

4. Gestionar las facturas: Si se tienen dificultades para cubrir los gastos básicos, se debe contactar con las empresas correspondientes.

5. Posponer gastos grandes: Retrasar la compra de artículos costosos puede aliviar la presión financiera.

En resumen, una mala salud financiera está estrechamente relacionada con problemas de salud mental, pero con medidas adecuadas y un enfoque proactivo, es posible mejorar la situación y encontrar el equilibrio entre ambos aspectos.