Un estudio reciente sugiere que los médicos podrían prever las perspectivas de salud a largo plazo de un recién nacido al analizar la sangre del cordón umbilical.
Los investigadores han encontrado que las señales genéticas en esta sangre pueden ofrecer una visión temprana de los riesgos de problemas de salud como diabetes, accidente cerebrovascular y enfermedad hepática en el futuro.
La Dra. Ashley Jowell, investigadora principal del estudio y médica residente de medicina interna en el Sistema de Salud de la Universidad de Duke, señaló que los problemas metabólicos en los niños están apareciendo cada vez más temprano, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves en la adultez. Identificar estos riesgos desde el nacimiento podría permitir prevenirlos.
El estudio analizó la sangre del cordón umbilical de 38 niños que formaban parte de un estudio a largo plazo en Carolina del Norte. El equipo investigó patrones químicos en el ADN de los bebés que alteran la activación de los genes. Estos cambios pueden tener efectos duraderos sobre la salud, tanto durante el desarrollo fetal como en la vida posterior.
Los investigadores identificaron que los cambios en el gen TNS3 se asociaban con hígado graso, inflamación o daño hepático, y exceso de grasa abdominal, entre otros problemas. También encontraron vínculos entre ciertos cambios genéticos y la presión arterial, la relación cintura-cadera, y el daño hepático.
La Dra. Cynthia Moylan, coinvestigadora y profesora asociada en la división de gastroenterología en la Universidad de Duke, indicó que estos cambios epigenéticos podrían ser influenciados por factores ambientales como la nutrición o la salud materna durante el embarazo.
Aunque el tamaño de la muestra fue pequeño, los resultados son tan significativos que los investigadores consideran necesario realizar estudios más amplios, respaldados por los Institutos Nacionales de Salud. Si se confirman en investigaciones de mayor escala, estos hallazgos podrían llevar al desarrollo de nuevas herramientas de detección e intervenciones tempranas para los niños en riesgo.
Jowell destacó que, aunque los niños nacen con estos marcadores, esto no significa que desarrollarán inevitablemente la enfermedad. Conocer el riesgo desde una edad temprana permitiría a las familias y médicos tomar medidas proactivas para mejorar la salud a largo plazo del niño.