El consumo de antidepresivos podría estar vinculado al aumento de peso

Un estudio reciente liderado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar en Barcelona ha encontrado una relación significativa entre el uso de antidepresivos y el aumento de peso. Publicado en la revista Frontiers in Psychiatry, el análisis se basó en más de seis años de seguimiento a 3.127 adultos con el objetivo de comprender el impacto de estos medicamentos en el peso corporal.

De los participantes, un 16,4 % informó haber consumido antidepresivos en algún momento del estudio. Este grupo se dividió en tres categorías: el 5,1 % usó los medicamentos de manera continua, el 6,2 % comenzó a tomarlos durante el estudio y otro 5,1 % los inició al principio pero luego los abandonó.

En promedio, todos los participantes aumentaron alrededor de medio kilo durante el seguimiento, pero aquellos que usaron antidepresivos tuvieron un incremento considerablemente mayor, de hasta un 2 % de su peso corporal.

El equipo de investigación, dirigido por el doctor Víctor Pérez, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar, destacó que esta relación se mantuvo incluso después de controlar factores como la edad, el sexo, el nivel socioeconómico, el estilo de vida y la presencia de depresión.

Se tomaron en cuenta también aspectos como la baja adherencia a dietas saludables y la falta de ejercicio, factores que están vinculados tanto con la depresión como con la obesidad.

Los datos mostraron que aquellos que dejaron de tomar antidepresivos durante el estudio experimentaron un aumento de peso adicional del 1,8 % en comparación con quienes nunca los consumieron. Mientras tanto, los que comenzaron el tratamiento o lo mantuvieron durante todo el estudio aumentaron un promedio del 2 %.

El doctor Pérez afirmó que, debido al riesgo de abandono del tratamiento por el aumento de peso, es crucial considerar terapias complementarias al tratamiento farmacológico. Este descubrimiento abre la posibilidad de enfoques más integrales para tratar la depresión, que afecta a 280 millones de personas en el mundo y es el trastorno mental más común.