Cada año, se registran más de 28 mil casos de tuberculosis en México, una enfermedad que continúa siendo un grave desafío para la salud pública. Lo preocupante es que alrededor del 30% de las personas que portan la mycobacteria responsable de esta afección no son conscientes de que la padecen, lo que complica su control y tratamiento eficaz.
Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Tuberculosis, que se celebra cada 24 de marzo, las autoridades sanitarias han reforzado sus esfuerzos para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. A pesar de ser prevenible y curable, la tuberculosis sigue causando muertes y afectando gravemente a las comunidades más vulnerables.
México y la carga de la tuberculosis en América Latina
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), México, junto con Brasil, Perú, Colombia y Haití, concentra aproximadamente el 70% de los casos de tuberculosis en América Latina. En 2019, se estimó que alrededor de 290 mil personas enfermaron de tuberculosis en la región, reflejando la magnitud de esta crisis de salud.
La situación es aún más crítica en grupos de riesgo, como las personas con diabetes, quienes tienen entre 2.44 y 8.33 veces más probabilidades de desarrollar tuberculosis en comparación con quienes no padecen esta enfermedad. Además, la tuberculosis afecta de manera desproporcionada a personas con enfermedades pulmonares crónicas, desnutrición, adultos mayores y quienes toman medicamentos inmunosupresores debido a tratamientos para trasplantes o enfermedades autoinmunes.
Estrategias urgentes para el control de la tuberculosis
La alta incidencia de tuberculosis en México y la región resalta la necesidad urgente de fortalecer los sistemas de salud pública con estrategias más eficaces para el diagnóstico temprano. Identificar y tratar a los pacientes de manera oportuna es crucial no solo para salvar vidas, sino también para evitar la propagación de esta enfermedad altamente contagiosa.
Las autoridades están intensificando los esfuerzos para concienciar a la población sobre la importancia de buscar atención médica ante síntomas sospechosos, como tos persistente, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. También se está haciendo un llamado para implementar programas de apoyo a los grupos más vulnerables y reducir las barreras para acceder a la atención médica.