Un estudio reciente realizado por la Universidad Mahidol de Bangkok y publicado en la revista Family Medicine and Community Health ha encontrado que los ejercicios de fuerza pueden ser una solución efectiva para tratar el insomnio en adultos mayores de 60 años.
Este hallazgo es relevante, dado que uno de cada cinco adultos mayores padece de insomnio, un trastorno del sueño que no solo afecta la salud física y mental, sino que también influye en la vida social y laboral.
El envejecimiento conlleva una disminución en la calidad del sueño. Según el estudio, el insomnio no solo es una molestia diaria, sino que también aumenta el riesgo de deterioro cognitivo, afecta las actividades cotidianas y puede provocar problemas de salud serios.
Ante esta situación, se necesitan estrategias accesibles y efectivas para abordar el problema, y el ejercicio físico se presenta como una de las mejores opciones no farmacológicas.
El estudio revisó datos de ensayos clínicos hasta octubre de 2022, evaluando el impacto de diferentes tipos de ejercicio en más de 2,000 adultos mayores diagnosticados con insomnio. Para medir la calidad del sueño, se utilizó el Índice Global de Calidad del Sueño de Pittsburgh (GPSQI). Se analizaron ejercicios aeróbicos (caminar, nadar, bailar), ejercicios de fuerza y resistencia (levantamiento de pesas, equilibrio) y programas educativos sobre el sueño.
Los resultados mostraron que, aunque los ejercicios aeróbicos y combinados mejoraron la calidad del sueño de manera significativa, los ejercicios de fuerza y resistencia fueron los más efectivos. Por otro lado, las intervenciones educativas sobre el sueño tuvieron un impacto menor.
A pesar de que algunas limitaciones físicas pueden dificultar la práctica de ciertos ejercicios en los adultos mayores, el estudio destaca que incorporar actividades de fortalecimiento muscular adaptadas a sus capacidades puede generar mejoras clínicas importantes. Estas rutinas no solo optimizan el sueño, sino que también contribuyen al bienestar físico general.
En conclusión, fomentar el ejercicio de fuerza como parte del cuidado integral en adultos mayores es una estrategia crucial para combatir el insomnio y mejorar su calidad de vida. Este enfoque es accesible, sostenible y puede transformar la salud y el bienestar de este grupo de personas.