Curvatura de la espalda en adultos: cómo prevenir la cifosis con ejercicio y buena postura

Con el paso de los años, la curvatura anómala de la espalda, conocida como cifosis, puede afectar la movilidad, generar dolor y disminuir la calidad de vida. Es fundamental identificar sus causas, síntomas y formas de prevención para mantener una postura saludable.
La cifosis, que a menudo se asocia con una “joroba”, es una curvatura hacia adelante de la parte superior de la columna vertebral. Cuando esta desviación supera los 40 grados, se le denomina hipercifosis, una condición que puede generar incomodidad, pérdida de estatura y menor funcionalidad, especialmente en las personas mayores.
Aunque comúnmente se asocia con el envejecimiento, la cifosis tiene múltiples causas, entre las cuales se incluyen la mala postura mantenida durante largo tiempo, el debilitamiento muscular, la osteoporosis, defectos congénitos y enfermedades como la artritis.
En los jóvenes, la cifosis suele ser reversible mediante ejercicios adecuados. Sin embargo, en los adultos mayores, generalmente está relacionada con fracturas vertebrales derivadas de la pérdida de densidad ósea.
Razones de la curvatura espinal con la edad
La columna vertebral tiene una curvatura natural en forma de “S”, pero esta puede volverse más pronunciada con el tiempo. La osteoporosis es una de las principales causas en los adultos mayores, ya que debilita los huesos y facilita las fracturas de las vértebras, alterando la alineación normal de la espalda.
Cuando la hipercifosis está vinculada al envejecimiento, la curvatura puede persistir incluso al intentar mantener una postura erguida. Esto se acompaña frecuentemente de rigidez, dolor crónico y pérdida de estatura de entre 3 y 4 centímetros o más.
En jóvenes y adultos con estilos de vida sedentarios, la cifosis postural suele aparecer debido a desequilibrios musculares provocados por estar mucho tiempo frente a pantallas o inclinados sobre escritorios. Afortunadamente, esta condición es tratable con ejercicios de corrección postural y fortalecimiento muscular.
Causas menos comunes: deformidades y enfermedades
Existen formas más graves de cifosis, como la cifosis de Scheuermann, que se desarrolla durante la adolescencia cuando las vértebras crecen de manera desigual, y la cifosis congénita, que aparece desde el nacimiento debido a malformaciones óseas.
Es importante también distinguir entre otras condiciones similares: la escoliosis se refiere a una curvatura lateral de la columna, y la lordosis se caracteriza por una curvatura hacia adentro en la parte baja de la espalda.
Enfermedades como la artritis o infecciones vertebrales también pueden contribuir al encorvamiento espinal, aunque estos casos son menos frecuentes.
Cuándo acudir al médico por una curvatura en la espalda
Si se experimenta dolor constante de espalda, se nota un empeoramiento de la postura o se observa una pérdida significativa de altura, estos pueden ser indicios de fracturas vertebrales no diagnosticadas. Se recomienda consultar a un médico ante estos síntomas, ya que una radiografía podría ser esencial para detectar cifosis u otras anomalías estructurales.
Se estima que uno de cada cinco adultos mayores padece fracturas vertebrales, pero hasta dos tercios de estos casos no son identificados ni tratados.
Prevención de la cifosis: postura, ejercicio y fortalecimiento óseo
Prevenir la curvatura de la espalda es posible mediante un estilo de vida activo y una nutrición adecuada. Las recomendaciones incluyen:
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Mantenerse físicamente activo al menos 150 minutos por semana.
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Realizar ejercicios de resistencia enfocados en la parte superior de la espalda.
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Consumir suficiente proteína, calcio y vitamina D para fortalecer huesos y músculos.
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Evitar fumar y moderar el consumo de alcohol, ya que estos hábitos reducen la densidad ósea.
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Mantener una postura correcta, alineando cabeza, hombros y caderas.
Ejercicios para fortalecer la espalda y mejorar la postura
Ejercicios que favorecen la extensión de la columna, como levantar suavemente el pecho estando tumbado boca abajo, son particularmente eficaces. Además, ayudan:
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Fortalecer los músculos entre los omóplatos.
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Caminar a paso ligero, subir escaleras o bailar con pesos ligeros.
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Estirar el pecho y los flexores de la cadera para mejorar la postura.
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Practicar yoga, pilates o entrenamientos de equilibrio para aumentar la conciencia postural.
El fortalecimiento muscular es clave tanto para prevenir como para tratar la cifosis, aunque en casos de fracturas vertebrales, el tratamiento debe ser supervisado por un médico.
Es importante señalar que si la curvatura es resultado de mala postura o debilidad muscular, puede revertirse. Sin embargo, si se debe a causas estructurales, como fracturas, el tratamiento solo podrá aliviar los síntomas y ralentizar la progresión.
Mantener una postura adecuada no es solo una cuestión estética, sino que es esencial para preservar la fuerza, autonomía y calidad de vida a medida que envejecemos.
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