El aceite de cocina es un ingrediente clave en la mayoría de los platillos, utilizado tanto para freír como para saltear alimentos. En el mercado mexicano, existen muchas marcas, pero no todas ofrecen la misma calidad ni precios.
Con el fin de ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) llevó a cabo un Estudio de Calidad para identificar el aceite de cocina más económico y saludable.
En este análisis, se evaluaron 32 marcas de aceites comestibles, y los resultados fueron reveladores. Entre las marcas destacadas, el aceite vegetal 1-2-3 se posicionó como una opción confiable y accesible. Cumple con los estándares de calidad y seguridad establecidos por las autoridades sanitarias, lo que lo convierte en una excelente alternativa tanto para la salud como para el bolsillo.
De acuerdo con los análisis de Profeco, el aceite 1-2-3 contiene niveles adecuados de ácidos grasos y una cantidad relativamente baja de grasas saturadas, con solo 1.01 gramos por porción. Esto lo convierte en una opción saludable para quienes buscan cuidar su dieta sin gastar demasiado.
Otras marcas aprobadas por Profeco incluyen:
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Aceites vegetales: Ke!, Precio, Precissimo, Chedraui, Pirámide
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Aceites de canola: Valley Foods, Vita, Capullo
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Aceites de oliva: El Olivo, San Lucas, La Gitana
Estas marcas fueron evaluadas en función de su etiquetado, composición de ácidos grasos y cumplimiento con las normas sanitarias.
En cuanto a la reutilización del aceite de cocina, expertos señalan que la cantidad de veces que se puede usar depende de varios factores:
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Tipo de aceite: Aceites más resistentes al calor, como el de oliva y orujo de oliva, pueden reutilizarse hasta 30 veces, mientras que aceites como el de girasol tienen una vida útil más corta.
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Temperatura: Evitar calentar el aceite hasta que humee, ya que esto acelera su descomposición.
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Residuos: Los alimentos que dejan más residuos, como los rebozados, ensucian el aceite más rápidamente.
Para prolongar la vida útil del aceite, se recomienda filtrarlo después de cada uso y almacenarlo en un recipiente limpio y seco.