Con la llegada del verano, muchos se enfocan en seguir planes de alimentación saludable, pero las celebraciones de Semana Santa, con sus platos tradicionales y dulces típicos, pueden representar un desafío para quienes intentan mantener sus avances.
Sin embargo, disfrutar de las festividades y cuidar la salud no son incompatibles. Expertas en nutrición ofrecen consejos para manejar este periodo de manera equilibrada, sin caer en excesos ni restricciones drásticas.
Leyre López-Iranzu, nutricionista en la Clínica FEMM, destaca que lo esencial es ajustar el plan alimenticio sin perder el equilibrio. "No es necesario estar siempre en 'modo dieta', sino mantener un balance. Si disfrutas de una comida más calórica, simplemente regresa a tus hábitos saludables después", explica. También recomienda priorizar las comidas regulares, optar por opciones nutritivas y mantenerse activo. "Una caminata después de una comida copiosa puede hacer una gran diferencia", agrega.
Alternativas ligeras para disfrutar sin culpa
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Platos de cuchara: Los potajes de vigilia y sopas tradicionales pueden adaptarse añadiendo más verduras y menos aceite, manteniendo su sabor pero haciéndolos más saludables.
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Torrijas: Este postre puede prepararse al horno, utilizando leche vegetal o desnatada y pan integral, lo que reduce su aporte calórico.
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Chocolate: Sustituye los chocolates muy azucarados por chocolate negro en porciones moderadas.
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Otros dulces: Alternativas como yogur natural con canela, compotas sin azúcar o fresas con cacao puro ofrecen opciones deliciosas y saludables.
Equilibrio sin culpa Cristina Petratti, coach nutricional y miembro de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), recalca que no se trata de prohibir alimentos, sino de disfrutar conscientemente de lo que realmente satisface. "Comer con placer es parte de nuestra cultura y bienestar", señala, y sugiere practicar la alimentación consciente, saboreando cada bocado y evitando comer por ansiedad.
Ejercicio sin presión El ejercicio no debe ser una herramienta para compensar excesos. "Actividades suaves como caminar o bailar permiten mantenernos activos sin crear una carga adicional", sugiere Petratti.
Retomar la rutina después de las vacaciones Al concluir las vacaciones, es importante reincorporar gradualmente los hábitos saludables. "Retomar horarios regulares, mantenerse bien hidratado y optar por comidas ligeras facilita el proceso", aconseja López-Iranzu. La nutricionista resalta que la clave es la constancia y la amabilidad hacia uno mismo: "El verdadero equilibrio se logra sin prisas ni presiones."