Durante años, el huevo ha sido excluido de las cenas debido a creencias erróneas sobre su impacto en la salud. Sin embargo, estudios recientes han resaltado sus beneficios como un alimento completo y nutritivo que puede ser consumido en cualquier momento del día.
Con solo 75 calorías por unidad y una alta concentración de nutrientes, el huevo es una excelente opción para quienes buscan alimentos ligeros y nutritivos por la noche.
Uno de los mitos más comunes es que comer huevo en la cena puede provocar aumento de peso, lo cual no tiene respaldo científico. Los expertos en nutrición señalan que lo clave está en controlar las porciones y mantener un balance general en la dieta. De hecho, el Instituto Nacional de Salud de EE. UU. advierte que omitir la cena puede aumentar el hambre y llevar a un consumo excesivo de alimentos en otras horas del día.
En este sentido, el huevo puede ser una opción ideal para prolongar la sensación de saciedad, ayudando a controlar el hambre nocturna sin aportar demasiadas calorías.
Además de ser un alimento versátil, el huevo podría favorecer un sueño reparador. La Academia Trinity Hall Cambridge señala que las proteínas consumidas antes de dormir favorecen la producción de melatonina, la hormona clave para regular el sueño. También, el triptófano, un aminoácido presente en el huevo, contribuye a la síntesis de serotonina, un neurotransmisor fundamental para el bienestar emocional y los ciclos de sueño.
Considerado por la Mayo Clinic como un "alimento perfecto", el huevo está lleno de nutrientes esenciales, como la colina, que es vital para el funcionamiento cerebral y la formación de membranas celulares, además de antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que benefician la salud ocular. Con 6 gramos de proteínas de alta calidad, vitaminas A y E, minerales como fósforo y selenio, y grasas saludables como el Omega-3, el huevo es un componente clave en una dieta equilibrada.
Incluir huevo en la cena, según la revista Nutrición Hospitalaria, es una alternativa ligera y satisfactoria, especialmente cuando se busca una alimentación funcional. El Instituto de Nutrigenómica de España recomienda cenas ligeras que complementen el metabolismo, que tiende a ralentizarse por la tarde, y un huevo cocido o preparado de manera simple puede ser ideal, aportando nutrientes sin sobrecargar el sistema digestivo.
Con estos hallazgos, el huevo reafirma su lugar en la mesa, incluso durante la noche. Incorporarlo de manera equilibrada no solo mejora la calidad de la dieta, sino que también puede contribuir a un mejor descanso y bienestar general.