Un estudio reciente ha vinculado la formulación más común de las píldoras anticonceptivas con un aumento del riesgo relativo de sufrir un ataque cardiaco y un accidente cerebrovascular.
Los anillos vaginales anticonceptivos y los parches cutáneos, que utilizan una formulación similar, también mostraron un mayor riesgo para la salud cardiovascular.
Los investigadores daneses subrayan que, aunque el riesgo absoluto para las mujeres que usan estos métodos anticonceptivos sigue siendo bajo, los hallazgos deben ser considerados por los médicos al prescribir anticonceptivos. La fórmula en cuestión es una combinación de estrógeno y progestina, que es el tipo más comúnmente recetado.
El estudio, publicado en la revista The BMJ el 12 de febrero, señala que aunque los riesgos absolutos son bajos, los médicos deberían tener en cuenta el posible riesgo de trombosis arterial (coágulos sanguíneos) al evaluar los beneficios y riesgos de los anticonceptivos hormonales. Según los investigadores, alrededor de 250 millones de mujeres en el mundo utilizan anticonceptivos hormonales, y aunque estudios previos han relacionado estos métodos con un mayor riesgo cardiovascular, los resultados han sido diversos.
La investigación se basó en los registros de más de 2 millones de mujeres danesas, que fueron seguidas desde 1996 hasta 2021. Las participantes tenían entre 15 y 49 años, y se analizaron diversos métodos anticonceptivos, incluidos los de estrógeno y progestina, anillos vaginales, parches, entre otros. El equipo comparó el uso de anticonceptivos con el historial de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular isquémico de las participantes.
Los hallazgos mostraron que las mujeres que tomaban la píldora combinada de estrógeno y progestina tenían el doble de riesgo relativo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico o un ataque cardiaco. Sin embargo, el riesgo absoluto seguía siendo bajo: solo una mujer de cada 4,760 que usaba la píldora durante un año podría sufrir un accidente cerebrovascular adicional, y solo una de cada 10,000 mujeres tendría un ataque cardiaco adicional por cada año de uso.
Los anticonceptivos que contenían solo progestina también aumentaron ligeramente el riesgo, aunque en menor medida que la píldora combinada. Sin embargo, los anillos vaginales y los parches cutáneos con estrógeno y progestina duplicaron considerablemente el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. El riesgo de accidente cerebrovascular isquémico aumentó 2.4 veces, y el de ataque cardiaco aumentó 3.8 veces con estos métodos.
Por otro lado, el DIU de progestina sola no mostró ningún aumento en el riesgo cardiovascular, incluso con un uso prolongado.
El estudio fue de carácter observacional, lo que significa que no puede probar causalidad, solo señalar asociaciones. En un editorial relacionado, Therese Johansson del Instituto Sueco de Tecnología destacó que, aunque el riesgo para cualquier usuaria de anticonceptivos hormonales sigue siendo bajo, los hallazgos son importantes dada la gran cantidad de mujeres que utilizan estos métodos. También subrayó la importancia de los esfuerzos para mejorar la seguridad de la anticoncepción.