La nueva iniciativa "Checa tu sustancia" en la Ciudad de México busca proporcionar mayor seguridad a los consumidores de drogas y reducir el miedo relacionado con su uso.
El proyecto, presente en conciertos y festivales, ofrece pruebas gratuitas y anónimas para que los asistentes puedan identificar la calidad de las sustancias y detectar posibles adulterantes o sustitutos.
Liderado por el Instituto Ria, una organización civil enfocada en la investigación y defensa de políticas sobre drogas, el proyecto aborda el consumo desde un enfoque de salud pública y justicia social, en lugar de recurrir al miedo o la prohibición. La meta es proporcionar a los usuarios información sobre las sustancias, sus riesgos, interacciones y posibles ajustes de dosis, empoderándolos para tomar decisiones informadas.
Jessica Reyes Moreno, una voluntaria del programa, comentó que el proyecto ha generado asombro y temor, ya que existe un contexto de criminalización del consumo de drogas. En los stands, miembros del Instituto Ria utilizan reactivos y placas de porcelana para analizar las sustancias traídas por los asistentes, revelando la presencia de adulterantes y ofreciendo tiras de prueba para detectar fentanilo. Además, se distribuyen folletos con información sobre las sustancias psicoactivas y medidas de reducción de riesgos, como la hidratación adecuada y una buena alimentación.
El proyecto se basa en el enfoque de "reducción de daños", que busca minimizar los efectos negativos del consumo sin exigir que las personas dejen de consumir. Según Zara Snapp, directora del Instituto Ria, su objetivo no es prohibir el consumo, sino brindar a los usuarios la información necesaria para que puedan cuidarse. Este enfoque contrasta con la campaña antidrogas de la presidenta Claudia Sheinbaum, que se centra en advertir sobre los peligros del fentanilo sin ofrecer soluciones reales al problema de las sobredosis.
Especialistas y académicos han elogiado iniciativas como "Checa tu sustancia", ya que ayudan a mejorar la calidad de vida de los usuarios, a diferencia de las campañas que estigmatizan el consumo sin ofrecer espacios seguros o información relevante.