Las pruebas invasivas de vejiga utilizadas para diagnosticar la incontinencia urinaria en mujeres podrían quedar obsoletas gracias a un estudio de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), que demuestra que una técnica más simple, basada en la Evaluación Clínica Integral (ECI), ofrece resultados similares sin los procedimientos incómodos y potencialmente embarazosos.
Publicados en The Lancet, los hallazgos indican que la ECI podría sustituir las pruebas urodinámicas invasivas, demostrando ser igualmente efectiva.
El estudio, presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) en Madrid, es el primer ensayo controlado aleatorizado que compara las pruebas invasivas con la ECI en términos de efectividad clínica y coste. Participaron 1.099 mujeres con vejiga hiperactiva o incontinencia urinaria de urgencia que no habían respondido a tratamientos iniciales. Fueron divididas en dos grupos: uno se sometió a pruebas urodinámicas invasivas, y el otro solo recibió la ECI.
La ECI es un enfoque no invasivo que combina un cuestionario médico detallado, exploración física, un diario urinario y una prueba de la tos, junto con un análisis de orina para detectar infecciones. A diferencia de las pruebas invasivas, que requieren la inserción de catéteres en la vejiga y el recto o la vagina, la ECI es menos molesta y más accesible para las pacientes, como explica Mohamed Abdel-Fattah, director del Centro de Investigación en Salud Femenina de la Universidad de Aberdeen.
Tras un seguimiento de hasta 24 meses, los resultados mostraron que un 23,6 % de las mujeres que se sometieron a las pruebas invasivas experimentaron una mejoría significativa, frente al 22,7 % de las mujeres que solo recibieron la ECI. Estos resultados sugieren que ambas opciones ofrecen beneficios comparables, sin que las pruebas invasivas aporten ventajas adicionales.
El estudio también concluyó que la ECI es más rentable, ya que no requiere equipo especializado ni genera largas listas de espera como las pruebas urodinámicas. Además, el profesor Benoit Peyronnet señaló que en muchos países europeos las listas de espera para pruebas invasivas retrasan el tratamiento, lo que agrava la situación de las pacientes.
Dado que la incontinencia urinaria afecta a una gran parte de la población femenina, estos hallazgos podrían cambiar la forma en que se diagnostica y trata esta afección, optimizando los recursos del sistema de salud y mejorando la experiencia de las pacientes. Los investigadores sugieren que los médicos sean más selectivos al derivar a las pacientes a pruebas invasivas, priorizando la ECI en la mayoría de los casos.