Se llama dieta MIND, y su objetivo principal es ayudar a protegerse contra los declives del pensamiento y la memoria
La dieta MIND tiene como objetivo principal proteger el cerebro del deterioro cognitivo relacionado con la edad, y según una nueva investigación, parece cumplir con ese objetivo. Un estudio reciente encontró que seguir esta dieta durante 10 años disminuyó de forma significativa el riesgo de desarrollar problemas de memoria, concentración y pensamiento.
El Dr. Russell Sawyer, profesor asistente del Instituto de Neurociencia Gardner en la Universidad de Cincinnati y autor principal del estudio, destacó la importancia de identificar cambios que puedan ayudar a retrasar o reducir los problemas cognitivos, especialmente debido al aumento de casos de demencia con el envejecimiento de la población. El estudio también exploró si la dieta afectaba el riesgo de deterioro cognitivo tanto en personas negras como blancas.
La dieta MIND combina elementos de la dieta mediterránea y la dieta DASH (enfocada en la reducción de la presión arterial) y se compone de 10 grupos de alimentos beneficiosos para el cerebro, como las verduras de hoja verde, nueces, bayas, granos integrales, mariscos, aves y aceite de oliva. Por otro lado, limita el consumo de carnes rojas, queso, mantequilla, alimentos fritos y dulces.
El Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva, explicó que la dieta MIND tiene características clave que favorecen la salud en general, como reducir la inflamación, mejorar la resistencia a la insulina y disminuir los lípidos en sangre, lo que podría también proteger el cerebro. Aunque el estudio no prueba definitivamente que la dieta MIND prevenga el deterioro cognitivo, los mecanismos involucrados sugieren que sí tiene un efecto positivo.
La investigación forma parte del estudio REGARDS, patrocinado por los Institutos Nacionales de Salud, que sigue a 30,000 adultos desde 2003 para investigar las diferencias geográficas y raciales en el riesgo de accidente cerebrovascular. Entre los más de 14,000 participantes de este análisis, el 70% eran blancos y el 30% eran negros. Se evaluó la dieta de los participantes al inicio del estudio y nuevamente después de 10 años.
Los resultados mostraron que quienes siguieron de cerca la dieta MIND tenían un 4% menos de probabilidad de desarrollar problemas cognitivos, y este efecto fue aún mayor en las mujeres, con un 6% menos de riesgo. Estos hallazgos, según Sawyer, son alentadores y sugieren que simples cambios en la dieta podrían ayudar a reducir o retrasar los problemas de memoria y pensamiento.
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