Cara de cortisol: por qué ocurre y como se puede identificar este síntoma de estrés severo

El estrés se ha convertido en uno de los principales problemas de salud mental en la actualidad, generado por la carga de trabajo y las responsabilidades sociales. Se ha comprobado que el estrés puede causar diversas enfermedades con manifestaciones físicas, incluyendo problemas cardiovasculares, gastrointestinales, trastornos del sueño, enfermedades de la piel, diabetes tipo 2, y problemas músculo-esqueléticos, entre otros.

Detectar el estrés puede ser complicado, ya que todos enfrentamos diferentes niveles de estrés a lo largo del día. Sin embargo, algunas personas pueden mostrar síntomas físicos distintivos, como la llamada "cara de cortisol".

Este término se refiere a la hinchazón facial causada por el exceso de la hormona del estrés, el cortisol. Esta condición puede hacer que el rostro se vea más ovalado o inflado en ciertas áreas.

La "cara de cortisol" aparece cuando el cuerpo está sometido a un alto nivel de estrés, lo que provoca una liberación excesiva de cortisol y, a su vez, retención de líquidos en el rostro.

Además de la hinchazón facial, un exceso de cortisol puede llevar al síndrome de Cushing, también conocido como hipercortisolismo, que se caracteriza por aumento de peso con acumulación de grasa en el abdomen.

La "cara de cortisol", también llamada "cara de luna" o "luna llena", puede presentar enrojecimiento o un tono más pálido de la piel, y en algunos casos, la piel puede volverse más fina y mostrar vasos sanguíneos visibles.

Este síntoma no solo tiene implicaciones estéticas, sino que también puede indicar un trastorno hormonal subyacente grave. Por ello, es crucial buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Cómo Identificar la Cara de Cortisol:

• Inflamación Facial: Hinchazón en el rostro, especialmente alrededor de los ojos y mejillas, debido a la retención de líquidos.
• Rostro Redondeado: Redistribución de la grasa facial, provocando una apariencia más redondeada.
• Piel Delgada y Frágil: La piel puede volverse más fina y propensa a arrugas por el aumento de cortisol.
• Acné y Problemas en la Piel: Mayor producción de sebo puede causar brotes de acné y otros problemas cutáneos.
• Tono de Piel Irregular: Pigmentación desigual y manchas debido al estrés prolongado.
• Ojeras y Fatiga: Apariencia cansada y ojeras debido a la falta de sueño asociada con altos niveles de cortisol.
• Expresión de Estrés: Gestos como el entrecejo fruncido que reflejan el estrés emocional.