Este suave alimento es una forma sencilla de añadir nutrientes a tu dieta diaria, conoce sus propiedades.
Los palmitos son un ingrediente cada vez más común dentro de las cartas de todo tipo de restaurante, no solo como opción saludable, sino también por su gran sabor y versatilidad dentro de la cocina.
Si nunca has escuchado sobre el palmito, se trata del brote tierno del tallo de la palma, el cual es totalmente comestible y es cada vez más valorado por su capacidad de aportar textura y sabor a todo tipo de recetas.
Los palmitos se obtienen de diversas variedades de palmas, las cuales son plantas de gruesos tallos que pueden llegar a medir hasta 20 metros de alto y se diferencian por tener hojas alargadas de hasta dos metros.
Para llegar al palmito se deben retirar las hojas y cortar el tallo de la palma, retirando las capas externas hasta llegar a la parte blanda de color blanco que es el palmito. Su consistencia regularmente es suave, aunque la parte exterior puede ser ligeramente crocante, sobre todo cuando está fresco.
La forma más común de encontrar palmitos en el mercado es en conserva, en latas o frascos con bastones de este alimento. Recién cortado, su sabor es dulce con un ligero toque similar a la nuez y es ideal para añadir a ensaladas y recetas donde se usa crudo. Si se compra empacado, el sabor es más concentrado y va bien en preparaciones con ingredientes complejos.
Los beneficios del palmito
El palmito es un alimento rico en nutrientes. En una porción de 100 gramos pueden encontrarse hasta 27 gramos de hidratos de carbono y 3 gramos de proteína. Es prácticamente libre de grasas y cada porción aporta tan solo 115 calorías.
En cuanto a vitaminas es una gran fuente de vitamina C, la cual se encarga de reforzar al sistema inmune, evitando así enfermedades. También tiene una función antioxidante, retrasando el envejecimiento celular. Gracias a la vitamina B que contiene, puede ser auxiliar para regular los ciclos del sueño y así tener un mejor descanso.
Aporta minerales como el calcio, hierro, magnesio y zinc, indispensables para el correcto funcionamiento del organismo, con actividades que van desde la recuperación de golpes y heridas, hasta la formación de huesos y fluidos como la sangre.
Es una fuente importante de fibra tanto soluble como insoluble, por lo que al comerlo da la sensación de estar satisfecho por más tiempo. Promueve también la salud digestiva, reduciendo problemas como el estreñimiento.
El palmito es un alimento que puede añadirse a la dieta durante el embarazo, debido a que en una porción de 100 gramos aporta hasta 400 miligramos de ácido fólico, que contribuye al desarrollo saludable del feto.
No importa cómo agregues el palmito a tu dieta, aprovecha sus beneficios además de su delicioso sabor y textura.
