Consejos para llevar una vida longeva

No existen recetas únicas y mucho menos mágicas. Tener una vida más larga y de mejor calidad dependerá de la adopción de una serie de hábitos saludables. Esto sugieren los expertos.

El secreto para lograr una vida más larga no se encuentra en un alimento específico, sino en los hábitos de vida saludables acompañados con una alimentación variada, dice la Doctora Analía Yamaguchi, médica clínica especializada en nutrición. Ahora bien, ¿qué factores determinan una vida más longeva?

• Cómo lograr una mayor longevidad desde la alimentación

La Dra. Yamaguchi determinó que “no existe un alimento que salve y un alimento malo, lo que existe es la porción saludable”. Por lo tanto, la profesional de la salud sugiere mantener una alimentación variada para tener una vida más duradera.

Para Yamaguchi, una alimentación variada puede lograrse incorporando en el plato de comida una porción total de 50% verduras crudas o cocidas, 25% proteínas y 25% almidones o granos; tales como la papa, batata, el choclo, arroz, legumbres, entre otros.

Estas porciones de alimento son ricas en determinados compuestos químicos, entre los cuales se encuentran:

1. Hidratos de carbono, macronutrientes (granos, harinas, almidones).
2. Proteínas, que aportan masa muscular (carnes, proteínas vegetales).
3. Antioxidantes, compuestos que intervienen en el envejecimiento del cuerpo (té y sus variantes).
4. Grasas saludables, encargadas de transportar vitaminas.
5. Micronutrientes, vitaminas (A, D, E, K y C) y minerales (calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio, zinc, yodo el zinc).
6. El zinc, indica la profesional, es un mineral importante para retener la caída del cabello.

• Hábitos para llevar una vida longeva

Yamaguchi explica que toda alimentación variada debe acompañarse con una serie de hábitos que mejoran la calidad de vida de las personas, logrando así una mayor longevidad. Según la experta en nutrición, estas recomendaciones son:

1. Realizar actividad física (principalmente los adultos mayores).
2. Evitar el tabaquismo, el consumo de alcohol y drogas.
3. Trabajar pensamientos positivos (Mindfulness, experimentar el presente).
4. Hidratación constante.

Por último, la especialista advierte que cada adecuación nutricional y cambio de hábito en la vida de una persona debe ser determinado y controlado por un profesional de la salud: “No es lo mismo tratar a un paciente adulto que a un niño”.

Estas recomendaciones son generales y están sujetas a variaciones de acuerdo con las necesidades de cada persona, aclara Yamaguchi.

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