Cada año, en México, se diagnostican entre 3,725 y 7,140 casos de Cáncer de Mama Triple Negativo (CMTN), una variante agresiva que afecta principalmente a mujeres jóvenes menores de 40 años.
Este subtipo representa entre el 12% y el 23% de todos los casos de cáncer de mama en el país, y plantea grandes desafíos para el sistema de salud debido a su rápida progresión y las limitadas opciones terapéuticas.
Este tema fue tratado en el foro “Perspectivas del Cáncer de Mama Triple Negativo en México, impulsando una mejor gestión en salud”, organizado por la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM). En el evento, se destacó la necesidad de mejorar la detección temprana, fortalecer las políticas públicas y aumentar la inversión en investigación para combatir esta enfermedad que afecta desproporcionadamente a mujeres en su etapa más productiva.
El doctor Raúl Carrillo Esper, presidente de la ANMM, señaló que el CMTN es especialmente difícil de tratar porque no responde a los tratamientos hormonales convencionales. "Las células cancerígenas de este subtipo carecen de receptores de estrógeno, HER2 y progesterona, lo que limita las opciones terapéuticas y representa un gran desafío para el sistema de salud", explicó.
De los 31,043 casos de cáncer de mama diagnosticados en México en 2022, hasta el 23% correspondieron a CMTN. Este subtipo fue responsable del 62% de las muertes por cáncer de mama, tanto en hombres como en mujeres, según datos proporcionados por la doctora Gabriela Torres Mejía, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
El CMTN progresa rápidamente y puede ser fatal si no se detecta a tiempo. Por eso, los especialistas sugirieron incluir esta variante en los exámenes rutinarios. Ante un diagnóstico positivo, es fundamental remitir de inmediato a las pacientes a un oncólogo especializado para iniciar un tratamiento integral.
El foro también abordó temas clave como la historia del cáncer de mama en el sistema de salud pública, las tendencias globales en inversión en salud, y el papel esencial de la sociedad civil y las fundaciones en el manejo de esta enfermedad. Representantes de instituciones como la Sociedad Mexicana de Salud Pública (SMSP), el Instituto Nacional de Cancerología (InCan) y la Fundación CIMA coincidieron en la importancia de colaborar para garantizar una mejor calidad de vida a las pacientes.