Erupciones cutáneas, alopecia y lesiones autoinmunes son los síntomas dermatológicos más comunes asociados al síndrome pos-COVID-19, predominando en mujeres y en personas que padecieron COVID-19 grave, según una revisión sistemática de la literatura.
Metodología
Se llevó a cabo una búsqueda sistemática en las bases de datos PubMed, Embase, Scopus y Google Scholar, utilizando la estrategia PICO. Se incluyeron únicamente estudios originales publicados entre enero de 2020 y enero de 2024, en inglés o español.
Fueron excluidos artículos de revisión, metanálisis, consensos de expertos, estudios preexperimentales, in vitro, o con información incompleta, reduciendo los 271 trabajos iniciales a 44 estudios seleccionados tras un riguroso proceso de revisión.
De los 44 estudios analizados, 21 eran cohortes prospectivos, cuatro cohortes retrospectivos, un estudio ambispectivo, un caso-control, nueve transversales, una serie de casos y siete reportes de casos.
Resultados principales
Los estudios abarcaron datos de 626,128 pacientes con síntomas dermatológicos relacionados con el síndrome pos-COVID-19, incluyendo individuos previamente sanos, con comorbilidades y población pediátrica, con un seguimiento promedio de siete meses después del diagnóstico de COVID-19.
Se destacaron dos hallazgos principales:
- Aumento de síntomas cutáneos inflamatorios.
- Alta prevalencia de pérdida de cabello y alopecia, especialmente en mujeres y en pacientes que cursaron cuadros graves de COVID-19.
Entre los síntomas cutáneos se encontraron manifestaciones inespecíficas (5 % a 11 %), pérdida de cabello (7 % a 35 % en algunos casos) y lesiones definidas como nódulos subcutáneos, prurito, pigmentaciones y dermatitis. También se reportaron reactivaciones autoinmunes y lesiones raras, como los "dedos de COVID-19".
Estas manifestaciones están asociadas con la interacción del SARS-CoV-2 con receptores de la enzima convertidora de angiotensina-2 en la piel, procesos inflamatorios localizados, sobreproducción de interleucinas, generación de autoanticuerpos epidérmicos, estrés oxidativo y microtrombos que afectan folículos pilosos y estructuras cutáneas.