Se espera que los casos de demencia en EU se dupliquen para 2060

El riesgo de desarrollar demencia en personas mayores de 55 años es mucho mayor de lo que se pensaba, superando el 42 por ciento entre los estadounidenses, según un estudio publicado el 13 de enero en Nature Medicine. Este riesgo es más del doble que el reportado en estudios anteriores.

El Dr. Josef Coresh, investigador principal y director del Instituto de Envejecimiento Óptimo de NYU Langone Health, señaló que los resultados predicen un aumento drástico en la carga de la demencia en EE. UU. en las próximas décadas. Se estima que uno de cada dos estadounidenses enfrentará problemas cognitivos después de los 55 años. Este riesgo podría traducirse en medio millón de nuevos casos de demencia este año, y hasta 1 millón de nuevos casos anuales para 2060.

El aumento de casos está relacionado con el envejecimiento de la población y una mejor comprensión de factores de riesgo como la genética, la hipertensión, la diabetes, la obesidad, una dieta poco saludable, la falta de ejercicio y la mala salud mental. En el estudio, que examinó la salud de casi 16,000 participantes desde 1987, más de 3,200 fueron diagnosticados con demencia, lo que representa un riesgo global de un 42 por ciento a lo largo de la vida: un 35 por ciento en hombres y un 48 por ciento en mujeres, que tienen una mayor esperanza de vida.

El riesgo también es mayor en personas negras y aquellas con la mutación genética APOE4, que está vinculada al Alzheimer. Los investigadores subrayan la necesidad urgente de políticas públicas que ayuden a prevenir la demencia, como estrategias para reducir enfermedades cardíacas y diabetes, que también retrasan el deterioro cerebral.

Además, la pérdida auditiva en personas mayores está asociada con un mayor riesgo de demencia. Sin embargo, solo un tercio de los estadounidenses con pérdida auditiva utilizan audífonos. Mejorar el acceso a audífonos y hacer un seguimiento de la pérdida auditiva podría ser clave para reducir la incidencia de demencia.

Finalmente, se destacan las desigualdades raciales en la atención médica, ya que se espera que la demencia se triplique entre las personas mayores negras en las próximas décadas. Mejorar la educación infantil y la nutrición en comunidades negras podría ser crucial para prevenir el deterioro cognitivo en el futuro.