Prozac, el antidepresivo que previene frente a las infecciones y la sepsis

Los antidepresivos como la fluoxetina (Prozac), comúnmente prescritos para tratar trastornos de salud mental, podrían ofrecer protección contra infecciones graves y sepsis, que pueden ser mortales.

Científicos del Instituto Salk (EE. UU.) han descubierto que estos medicamentos pueden regular el sistema inmunológico y ayudar a combatir enfermedades infecciosas. Este hallazgo, publicado en la revista Science Advances, podría ser clave para el desarrollo de una nueva clase de medicamentos para enfrentar infecciones.

Durante la pandemia de COVID-19, se observó que las personas tratadas con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina, experimentaban una forma menos grave de la enfermedad y eran menos propensas a desarrollar COVID persistente.

En otros estudios, se descubrió que la fluoxetina protegía a los ratones de la sepsis, una condición potencialmente mortal en la que el sistema inmunológico reacciona excesivamente a una infección, lo que puede provocar insuficiencia multiorgánica y la muerte.

Según la profesora Janelle Ayres del Instituto Salk, la mejor estrategia de tratamiento sería aquella que no solo elimine los patógenos, sino que también proteja los tejidos y órganos del cuerpo, algo que la fluoxetina podría lograr, además de combatir las infecciones.

El siguiente paso será investigar regímenes de dosificación adecuados de fluoxetina para personas con sepsis y determinar si otros ISRS tienen efectos similares.

Aunque el sistema inmunológico trabaja para defendernos contra las infecciones, en ocasiones puede reaccionar de manera exagerada. En el caso de la sepsis y la COVID-19 grave, esta respuesta inflamatoria descontrolada puede causar daño a los tejidos y órganos. Un tratamiento eficaz sería aquel que controle esta reacción excesiva, minimizando el daño y permitiendo eliminar la infección sin comprometer al paciente.

En experimentos con ratones, aquellos tratados con fluoxetina mostraron menos bacterias en su sistema, lo que indicaba una infección menos grave. Además, la fluoxetina tenía propiedades antimicrobianas que limitaban el crecimiento bacteriano. Los investigadores también observaron que la fluoxetina aumentaba los niveles de la molécula antiinflamatoria IL-10, que protegió a los ratones de complicaciones graves y la muerte por sepsis.

Lo más sorprendente fue que los beneficios de la fluoxetina no dependían de la serotonina circulante, ya que los ratones tratados, independientemente de tener o no serotonina en su sistema, mostraron los mismos efectos positivos.

Este descubrimiento representa un avance significativo en la búsqueda de nuevas soluciones para el tratamiento de infecciones graves. El siguiente paso será investigar cómo se pueden aplicar estos hallazgos a la dosificación de fluoxetina en humanos y si otros ISRS también podrían tener efectos similares.