Un brote de norovirus en el crucero Arcadia de P&O Cruises durante el otoño pasado dejó a decenas de pasajeros confinados en sus camarotes y está relacionado con el fallecimiento de Alan Forster, un británico de 77 años.
Forster, un maestro jubilado de Paignton, Inglaterra, enfermó dos semanas después de completar el viaje de un mes con su esposa. Su familia informó que murió a causa de una supuesta insuficiencia renal atribuida al norovirus.
Incremento de casos de norovirus en cruceros
Este incidente se suma a una tendencia creciente de brotes de norovirus en cruceros. El mes pasado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. documentaron tres brotes similares en otras embarcaciones que afectaron a cientos de pasajeros.
En el caso del Arcadia, el barco zarpó de Southampton el 3 de septiembre con destino a Nueva York, Boston y otras ciudades, pero enfrentó un brote del virus estomacal altamente contagioso que provoca vómitos, diarrea, náuseas y dolor abdominal. Según los CDC, 128 de los 1,959 pasajeros presentaron síntomas durante el viaje.
El deterioro de Alan Forster
Forster comenzó a mostrar síntomas durante el crucero y colapsó una semana después. Fue tratado inicialmente en la bahía médica del barco, pero, según su familia, no recibió atención adecuada hasta que el barco atracó en St. John's, Canadá, donde fue hospitalizado. Su condición se deterioró rápidamente debido a la insuficiencia renal.
Dianna Forster, esposa del fallecido, expresó su pesar y exigió respuestas para evitar que otros sufran experiencias similares. Jatinder Paul, abogado de la familia, calificó la falta de atención inmediata como preocupante y afirmó que se investigarán posibles negligencias.
Respuesta de P&O Cruises
La empresa manifestó sus condolencias y confirmó que está realizando una investigación. En un comunicado, señalaron que el personal médico actuó al conocer el deterioro de Forster y facilitó su atención en un hospital costero.
Prevenir el norovirus
El norovirus se propaga con facilidad, especialmente en entornos cerrados como cruceros. Según el Dr. William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, lavarse las manos con agua y jabón es la mejor defensa, ya que los desinfectantes a base de alcohol no son efectivos contra este virus, que puede sobrevivir en superficies durante semanas.
Esta tragedia subraya la importancia de reforzar las medidas de higiene y respuesta médica en cruceros para proteger la salud de los pasajeros.